Las computadoras de escritorio tienen ventajas muy atractivas para quienes prioricen el rendimiento, la eficiencia, el mejor valor monetario e incluso la adaptabilidad, por lo que son la opción recomendada en la mayoría de los casos, a menos que se requiera obligatoriamente de la portabilidad de una laptop.
Sin embargo, es normal que una persona sin previa experiencia pueda verse abrumada ante tantas opciones, pero daremos una guía básica para que el usuario común pueda hacer una adquisición adecuada para sus necesidades.
Si quieres tener una comprensión de cómo funciona todo el conjunto, imagina esto: la tarea por hacer es ordenar cajas en una habitación y la funciones de los componentes de las computadoras de escritorio serán así:
Cabe decir que este es un mundo cambiante y complejo, por lo que la información dada aquí puede complicarse más si se ahonda en el tema. Pero puedes usar esta guía para hacer tu compra y plantear dudas a un asesor de una tienda online con precios accesibles, como Cyberpuerta, si tienes necesidades específicas al momento de elegir tu computadora de escritorio.
El procesador (o CPU) es el cerebro de una computadora. Será aquí donde se ejecuten las instrucciones que permitan que los otros componentes de la PC puedan funcionar. También es donde se harán los cálculos principales de todo el conjunto, por lo que su potencia será proporcional al rendimiento de todo el equipo.
Existen dos marcas: Intel y AMD. Lo recomendable para tener un buen rendimiento en tareas exigentes son los modelos i5, i7 e i9 por parte de Intel, y Ryzen de la serie 5000 en adelante. Algo más extraordinario pueden ser los procesadores Ultra 9 de Intel o los Ryzen X3D.
Todos los datos deben almacenarse, moverse y el usuario acceder a ellos. Por tanto, la capacidad es lo que determinará cuánta información se puede guardar, y la velocidad qué tan rápido se accederá y moverá.
Lo mínimo necesario en almacenamiento para las computadoras de escritorio deberían ser 512 GB, lo cuales puede que el usuario promedio no use, pero quienes deseen productividad y hagan tareas de alto rendimiento pueden aprovechar sin preocuparse. Aun así, lo más recomendado es 1 TB y siempre se pueden anexar más unidades para aumentar la capacidad de la computadora.
Para garantizar una velocidad fluida, debe ser obligatoriamente un SSD. Sin embargo, hay tipos y velocidades de transmisión de datos, pero a menos que se requiera trabajo realmente pesado, como juegos de altos requisitos o diseño industrial, por ejemplo, las computadoras de escritorios preensambladas tendrán un SSD suficiente para la mayoría de las personas. Si tu caso es que requieres un rendimiento extraordinario, coméntalo a un asesor.
La RAM es un tipo de memoria que guarda datos mínimos para que las tareas puedan accederse, distinta a la información a la que el usuario usa. La cantidad de RAM determinará la cantidad de tareas, siendo lo mínimo recomendado hoy día 16 GB. También hay que decir que dos módulos de 8 GB cada uno funcionarán mejor, aunque sumen los mismos 16 GB, gracias a la tecnología dual channel, diseñada para ser más eficiente en la transmisión de datos que el uso de un solo canal.
La velocidad repercutirá en el rendimiento, pero con la nueva tecnología DDR5 y la no tan nueva DDR4, son más que suficientes. Y, de nuevo, si requieres algo extraordinario, indícalo a un asesor para que elija la tecnología y velocidad que se ajuste a tus requerimientos.
Toda la información de la computadora debe mostrarse en una pantalla. El componente responsable es la tarjeta gráfica. Su potencia determinará la complejidad de la imagen, lo que es especialmente relevante para los gamers y diseñadores. En general, los procesadores tienen incluida una gráfica suficiente, pero también hay las independientes (llamadas dedicadas); son las segundas las mucho más poderosas.
Hay dos compañías que se destacan: nVidia y AMD. Una práctica común es combinar una gráfica nVidia con un procesador Intel y una gráfica AMD con un procesador AMD, pero no es necesario hacerlo porque no hay ninguna ventaja en el rendimiento.
En el caso de nVidia, las tarjetas mínimas recomendadas son aquellas que tengan en el nombre RTX y que sean de mínimo la serie 4000. Aunque la serie 3000 sigue siendo muy buena, puede estar obsoleta para algunas tecnologías de inteligencia artificial que dan más rendimiento para los usuarios más exigentes, como el DLSS, por ejemplo. Su potencia estará dada por los últimos dos dígitos, siendo las 50 y 60 para usuarios promedios, la 70 y 80 para exigentes y la 90 para los extraordinarios
Y por parte de AMD, su saga RX es muy solvente en general, siendo que sus gráficas a partir de la serie 7000 son excelentes para casi todo, aunque las de la serie 9000 son las más nuevas. La potencia está dada por el segundo dígito, que va desde el 4 al 9, siendo este el orden de potencia: de 4 al 6 es suficiente para usuarios exigentes y del 7 al 9 para usuarios extraordinarios.
La tarjeta madre es la placa en la que se conectarán todos los componentes, ya que es donde se ubican los circuitos requeridos para la comunicación entre ellos y se hace la gestión de la energía que le llega a las computadoras de escritorio. No hay tarjetas madres más potentes que otras, precisamente, sino que se trata de compatibilidad, puertos y funcionalidades.
Los procesadores de Intel y de AMD requieren de sockets (anclajes) diferentes, por lo que habrá placas que serán compatibles con una u otra marca, así como también las generaciones de los procesadores pueden cambiar su compatibilidad. La compatibilidad con tarjetas gráficas de determinada potencia y generación también es importante.
Por otra parte, la funcionalidad imprescindibles de una tarjeta madre son la capacidad es la de poder acoplar 2 memorias RAM en dual channel, para aprovechar mejor su rendimiento. Las interesantes son la inclusión de WiFi y Bluetooth, sonido integrado, cuántos puertos USB y de qué generación tiene, los tipos de SSD que se pueden conectar, las opciones de enfriamiento compatibles y si permite o no el aumento de potencia del procesador que tienes.
La energía mínima que debes fijarte es que tenga 650 w, si vas a usar una tarjeta gráfica. Lo obligatorio es que tenga certificación bronce, plata, oro o platino, siendo este el orden de eficiencia energética que tienen al momento de convertir la energía de la corriente eléctrica de tu casa a energía hacia las computadoras de escritorio. Mientras mayor sea la eficiencia, usará menos energía, lo que disminuirá el calor y dará un ahorro energético.
También se encarga de proteger todo el equipo de las fluctuaciones energéticas, lo que evitaría daños a los componentes.
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