La vivienda accesible: el reto social del siglo XXI

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Que cualquier persona, sea cual sea su condición física, pueda acceder a su vivienda de manera cómoda y preferiblemente autónoma. Este es uno de los retos que la sociedad española ha asumido en los últimos años en el ámbito de la vivienda y la accesibilidad.


El impulso se ha dado desde las instituciones públicas y algunas organizaciones privadas: las distintas Ayudas a la accesibilidad en edificios que se lanzan cada año están propiciando que cada vez más propietarios y comunidades de vecinos se pongan manos a la obra para eliminar barreras arquitectónicas.


Esta no es solo una solución inmediata para quienes necesitan la accesibilidad hoy; se considera, especialmente, una inversión a futuro, especialmente en una sociedad como la española, donde la población cada vez está más envejecida.


Medidas más interesantes para la accesibilidad en viviendas


¿Qué tipo de obras y acciones de mejora cubren estas ayudas? Existen cuatro puntos principales que destacan en ciudades como Madrid:


  • Ascensores: colocar ascensores en fincas donde no los había, modernizar aquellos modelos que han quedado obsoletos y mejorar las condiciones de accesibilidad de los existentes es una clave en estos momentos.
  • Desniveles: la recomendación de las autoridades es la de evitar en lo posible las escaleras con la colocación de rampas de acceso, especialmente en el paso de la calle al interior de los edificios.
  • Ampliaciones de espacio: las zonas comunes de los edificios de vecinos deben contar con espacio suficiente como para que una persona en silla de ruedas o muletas pueda moverse con comodidad; además, se recomienda el uso de materiales no resbaladizos, sujeciones, etc.
  • Elevadores individuales: en aquellos espacios donde no es posible colocar un ascensor se apuesta por el uso de elevadores individuales como salvaescaleras, que son muy útiles y no impiden el paso de personas sin necesidades especiales.


Condiciones para el acceso a las subvenciones


Son cientos las fincas de vecinos que cada año llevan a cabo estas obras y lo hacen con una interesante inyección económica de parte de ayuntamientos u organismos dedicados a este tipo de intervenciones.


En el caso de la ciudad y Comunidad de Madrid, por ejemplo, es importante que los solicitantes estén constituidos como una comunidad de vecinos en régimen de propiedad horizontal.

Además de ello, alguna o algunas de las personas que vivan en el edificio de manera habitual deben de tener más de 75 años o presentar un grado de discapacidad que afecte a la movilidad.

Por supuesto, todo esto tiene que estar debidamente acreditado y será necesario presentar una serie de documentos que permitan a las entidades u organismos que ofrecen las subvenciones comprobar que la realidad de la vivienda es tal y como se plantea.


Ante este tipo de escenario, se pueden solicitar las ayudas para convertir los edificios en espacios sin barreras arquitectónicas.


Se puede presentar un proyecto donde la subvención cubra hasta el 50 % del presupuesto de obras, así como la redacción del proyecto de mejora de las instalaciones, en organismos como la Fundación Mutua de Propietarios, que este año va a destinar un total de 150 000 euros para estas adaptaciones.


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