Agua potable y salud: cómo garantizar la calidad en tu hogar

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Una buena parte de nuestra salud depende de la calidad del agua que bebemos, de que sea potable y de que no contenga ningún virus, bacteria o cualquier otro tipo de patógeno. Para ello, en territorioagua tienen algunas soluciones que nos pueden ayudar, muchas de ellas con la idea de ahorrar agua potable o de no contaminar los acuíferos, haciendo que el agua que bebamos sea de más calidad.


Mediante la instalación de fosas estancas


Estamos acostumbrados a abrir el grifo y que salga agua, pero hay muchas casas aisladas que tienen que beber agua de su propio pozo, de manera que es imprescindible que controlen los vertidos de aguas negras y grises.


Cuando no hay suministro de agua, lo lógico es que tampoco exista desagüe y aquí entran las fosas estancas, que se venden con una gran variedad de capacidades. La idea es enterrarla en el terreno y que cada cierto tiempo se vacíe, algo que puede realizar una empresa especializada. Así, si queremos espaciar los vaciados, lo único que debemos hacer es colocar un depósito más grande.


Se pueden instalar pequeñas depuradoras


Si ocurre lo mismo que en el caso anterior, pero hay algunas viviendas juntas, se puede instalar una pequeña depuradora. Esta da servicio a varias decenas de habitantes (hasta a un pequeño pueblo en el caso de algunos modelos).


Con ella, se consigue limpiar el agua y no contaminar los acuíferos, pudiendo verter el agua a los ríos o a los pequeños cauces ya sin elementos peligrosos, sin que el agua potable de la zona se vea contaminada.


Colocando filtros en la entrada del agua desde la calle


Algo que funciona muy bien es colocar un filtro debajo del fregadero, que, por lo general, es la zona en la que entra el agua desde la calle. Hay varias clases de filtros, de hecho los de la marca Spiral Crean se emplean hasta en los riegos de los cultivos, pero los que mejor funcionan suelen ser los de ósmosis.


Traen varias etapas de filtración o cartuchos. Se empieza por las partículas más gruesas y, conforme el agua va pasando, se eliminan las más pequeñas. Al final, la ósmosis consigue terminar con las que no se ven, incluso con las bacterias.


Son muy económicos y el mantenimiento es sencillo. Además, nos evita ir a por las botellas al súper y después no habrá que bajar a reciclarlas.


También podemos colocar filtros contra la cal


La cal también es un problema que puede afectar a la salud, en especial a la de la piel si la tenemos delicada (como es el caso de los más pequeños). El sabor de un agua con mucha cal tampoco es bueno, de forma que podemos colocar un filtro contra este elemento que es dañino para los electrodomésticos, los grifos y que nos dificulta la limpieza.


Su instalación es muy sencilla y con los actuales filtros nos podemos olvidar de la sal, la cual había que poner en los descalcificadores antiguos, generando molestias y cambiando el sabor del agua.


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