Qué es un grifo eléctrico y cómo permite ahorrar energía

Casi nadie se ha salvado del impacto que el aumento en el precio de los servicios básicos ha tenido en el bolsillo de todos los españoles. Por eso la mayoría de nosotros estamos atentos a las soluciones que pueden permitirnos ahorrar algo de dinero al final de cada mes.

Reducir los consumos en casa es una de las formas directas de aliviar el bolsillo, y hay ciertas opciones que se han vuelto indispensables. Una de ellas son los grifos eléctricos para baño y cocina, que permiten calentar el agua en el mismo momento en el que se la va a usar.

El funcionamiento de un grifo eléctrico es similar en la mayoría de los modelos, y lo único que suele cambiar es el diseño visible. Independientemente de éste, suponen una alternativa realmente atractiva para la utilización racional de la energía y el agua.

La nueva moda de los grifos eléctricos

Los grifos eléctricos para hogar, con una potencia de 3,45 KW o superior en prácticamente todos los casos, son más que suficientes para proporcionar agua a las familias sin que eso eleve demasiado el consumo en Kw, calentando sólo la cantidad de agua que se necesita.

Es decir, en la práctica un grifo caliente puede proporcionarte toda el agua caliente que requieras con un consumo eléctrico muy menor. Básicamente, un sistema más avanzado que los calentadores eléctricos tradicionales que calientan agua de modo permanente, una metodología que tuvo sentido en el pasado pero que, con la información y las circunstancias actuales, ha dejado de ser deseable.

Los grifos eléctricos existen desde hace muchos años, pero lo cierto es que sus ventas explotaron con el incremento del precio de la luz. Desde que somos conscientes del gasto que supone disfrutar de estos servicios básicos, se han ubicado como una interesantísima oportunidad de inversión, en la que el gasto inicial mínimo se recupere al cabo de unos pocos meses y luego ya todo es ahorro.

Los grifos eléctricos son tendencia en países de clima cálido constante pero en España, donde las viviendas suelen tener agua caliente centralizada, durante décadas pasamos de ellos a pesar de los beneficios que demuestran en la ducha, en la cocina o en los lavabos.

¿Qué hay de su instalación?

Un grifo eléctrico es a simple vista muy similar a uno convencional, con una maneta con dos posiciones, para agua fría y agua caliente. Dicho esto, se distingue porque dispone de un mecanismo interno que calienta el agua directamente, sin que llegue caliente desde termos,

tanques o calderas, y gracias a la intervención de una resistencia que eleva la temperatura del agua hasta los 60° C.

Para que funcione, el grifo eléctrico debe estar próximo a una toma eléctrica de 220 V de la que obtendrá su energía, y la demora, que tiende a ser  la principal pregunta que hacen quienes recién los conocen, es mínima: sólo un par de segundos hasta calentar el agua.

Su instalación se completa en apenas un rato, y todo depende de qué tan elaborado sea el diseño que se ha elegido para casa. Eventualmente, a los más simples querrás agregarle un caño flexible, una recomendación especialmente para las cocinas.

En resumen, una salida al gasto exagerado en energía que tantos españoles sufren, por muy poco dinero.