Cuando estamos construyendo o renovando nuestra vivienda, más allá de prestar atención a todo lo estructural, no podemos perder de vista la parte estética, aquello que verán nuestros ojos a diario una vez que el trabajo haya terminado y nos dispongamos a disfrutar de la vivienda creada.
Por supuesto, llegados a este punto es probable que ya estemos un poco agotados y tampoco haya demasiado dinero para invertir en la forma en la que lucen los muros, por lo que hoy queríamos hablarte de una solución que puede ser ideal, al menos temporalmente, para terminar la tarea.
Básicamente, esta alternativa consiste en comprar papel pintado e instalarlo en aquellos espacios en los que no estés del todo seguro de cómo vestirlos o, mejor aún, en los que tengas tan en claro qué quieres ahora como que el día de mañana puedes llegar a desear una decoración diferente a ésta.
Por supuesto, el papel pintado no es ninguna novedad y probablemente muchos de nosotros fuimos agradecidos de pequeños de que nuestros padres lo usaran en las paredes de casa, pero con el paso del tiempo fue quedando algo en desuso. Casi en un segundo plano la calidad y las características del papel pintado han ido mejorando con el transcurrir de los años, y hoy es una solución práctica. Así, veamos algunas de las tendencias sobresalientes de acuerdo a los distintos ambientes del hogar.
La naturaleza es una aliada indispensable de la cocina en lo que refiere a murales autoadhesivos y/o papel pintado. Los colores frescos y llamativos típicos de las plantas y las flores le darán un carácter único a tu cocina, que te inspirará mientras preparas algunas de tus recetas favoritas para los invitados.
Las flores y los botánicos no sólo se llevan bien en los bares protagonizando los cócteles clásicos. También los estampados florales y botánicos funcionan en los dormitorios porque aportan un toque de elegancia que nunca está de más y hasta cierto romanticismo nostálgico que rememora la época de juventud de la pareja. Cuánta añoranza se refleja en ellos dependerá de cuál escojas, claro.
En el caso de los más pequeños, creemos que es clave que ellos puedan participar de esta elección. Escoger el estampado para su habitación les hará sentir que son importantes dentro de la familia. Además, podrás consensuar con ellos y repasar los patrones que les gustan y reforzar los lazos.
Por último, en lo que respecta al papel pintado para salón, aquí puedes jugar un poco más contigo. Este espacio es menos pretencioso y no está tan asociado a determinados colores ni figuras. Eventualmente podría quedar bien cualquier estilo que te interese, clásico o jugado.
Únicamente te recomendamos que dejes de lado los tonos demasiado coloridos o incluso flúor.
En resumen, el papel pintado es más interesante que nunca, una idea versátil y adaptable a cada uno. Podrás cambiarlo cuantas veces quieras, por lo que quedas atado a otras soluciones definitivas.
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