Cuidados básicos para las plantas de interior en otoño

Las plantas de interior son uno de los elementos básicos de la decoración del hogar. Aportan frescura, humedad, renuevan el aire y dan un toque de naturaleza a la habitación que nos hace sentir cómodos.

Sin embargo, para que se dé este efecto, la planta tiene que estar bien cuidada y tener un buen aspecto. ¿Sabes cómo cuidar tus plantas de interior a lo largo del año? En Tienda Deco and Lemon pueden ayudarte.

Pautas para cuidar plantas de interior después del verano

Lo primero es encontrar la planta adecuada para ti. No todas las plantas de interior necesitan el mismo grado de humedad o la misma cantidad de riego, y tienes que tener en cuenta el cambio de estación para ajustar los cuidados de tu planta.

Adapta la cantidad y frecuencia del riego

El calor del verano hace que tengamos que regar muy a menudo, pero una vez llega el otoño aumenta la humedad y bajan las temperaturas y si seguimos regando con la misma intensidad podemos terminar ahogando a nuestra planta. Tampoco debemos humedecerlas constantemente a no ser que la planta lo requiera.

Intenta que las condiciones de temperatura sean estables

Aparte del riego y los cambios de humedad, los cambios bruscos de temperatura no le sientan nada bien a las plantas. Procura ponerlas en un lugar donde reciban la luz solar que precisen y donde la temperatura se mantenga más o menos estable o, al menos, no varíe más de 5 grados de golpe.

Además, conforme las temperaturas vayan bajando, las plantas entrarán en un proceso de hibernación durante el cual detendrán su crecimiento. Este proceso es necesario para muchas plantas y si lo evitas, manteniéndolas en una estancia con una temperatura calurosa constante, sólo terminará agotando a la planta, que requerirá una aportación extra de nutrientes en el agua y la tierra para mantenerse.

Protégelas de las corrientes de aire

El viento fuerte también puede dañar a tus plantas de interior y en otoño puede haber muchas tormentas. Para protegerlas, elige para ellas un sitio sin corrientes de aire.

No arranques las hojas marchitas

En el caso de ver alguna hoja que empieza a marchitarse, aunque el resto de la planta siga con buen aspecto, evita arrancarla antes de tiempo, aunque afee un poco la planta. Es una forma que tiene de drenar toxinas o compuestos que no necesite, la planta los envía a esa hoja que va a desechar. Retírala una vez esté seca por completo.

Poda con los materiales adecuados

Es importante dejarlas “dormir”, reducir el riego para evitar que las raíces se pudran y es el momento perfecto para realizar una poda de ser necesario. Para realizar esta poda anual necesitarás una herramienta adecuada para no quebrar los tallos. Estas “heridas” en la planta, si se astillan o quiebran, son una entrada para bacterias y hongos que pueden acabar con tu planta.

Elige bien la maceta si la trasplantas

Por último, pero no menos importante, asegúrate de elegir una maceta adecuada para tu planta. 

Las macetas de cerámica gruesa son las mejores, ya que aíslan las raíces de las temperaturas y su porosidad ayuda a secar la tierra. Dale a tu planta una maceta con suficiente espacio para que puedan desarrollarse sus raíces y que tenga un buen drenaje para evitar encharcamientos de agua.