¿Cómo es el trabajo en un almacén?

En los polígonos hay almacenes en los cuales se preparan millones de pedidos todos los días, tanto destinados a particulares como dirigidos a empresas y cada vez son más ágiles, algo que se debe en gran parte a los lectores de codigos de barras.

Sin los códigos y los lectores el trabajo se complicaría mucho, tanto que no sería posible que ese producto que acabamos de comprar ahora nos llegase a casa al día siguiente.

Los pedidos llegan al almacén

Un primer paso es la llegada de los pedidos al almacén. En el caso de que se trabaje con empresas, desde los smartphones y las tablets de los comerciales entran al sistema de preparación de pedidos.

Cuando hablamos de una tienda online se reciben de manera directa en la propia tienda cada vez que los clientes hacen una compra, momento en el que la maquinaria se pone en marcha.

Se da la orden para que el personal del almacén se ponga a trabajar

Aquí es donde entran en acción los códigos de barras, ya que cada mozo de almacén lleva un lector de códigos que ahora se parecen mucho a un smartphone.

Una vez que las compras entran en el sistema de la empresa, este da el aviso al personal de picking para que se ponga a trabajar y estas indicaciones las reciben a través del lector de código de barras.

En él pueden ver qué mercancía es la que tienen que sacar de los palés y en qué número, de forma que cada vez que cogen un producto escanean el código de barras y su lector les hace pasar al siguiente.

Esto minimiza los errores, pues lo normal es que haya que escanear los códigos de barras uno por uno, evitando así coger más o menos mercancía de la que dicta la orden de compra.

A su vez, facilita mucho a los mozos de almacén su trabajo, pues en todo momento saben qué es lo que tienen que preparar y si usan un transpaleta eléctrico con plataforma para ir subidos en ella todo es muy rápido.

Antes de hacer el envío es posible que se vuelvan a escanear los códigos de barras de los productos

Con los pedidos de los clientes ya preparados, los procesos de expedición son distintos en cada empresa y tienen que ver con el tipo de mercancía que se manda a sus compradores.

Así, cuando se trata de productos pequeños que se venden por unidades, como pasa con la electrónica, suele haber una parte en donde se empaquetan y en la cual se escanean otra vez los códigos de barras, comprobando que todo esté correcto.

Si hablamos de bultos grandes que se venden por cajas, como la ropa, el envío es distinto, ya que no se abren las para escanear las prendas una por una, aunque sí que es posible que se escaneen los códigos de barras que traen por fuera.

Las empresas de transporte también dependen del código de barras  

El trabajo en el almacén termina cuando se cargan las mercancías en los camiones, en donde también se pasan los códigos de barras por un escáner, pues es así como entran las cargas en el sistema y gracias a ellos los clientes pueden saber en todo momento dónde están sus envíos.