Juicio rápido por alcoholemia en Madrid

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En España, el artículo 379.2 del Código Penal define el delito de alcoholemia y drogas, indicándose allí mismo que “una tasa de alcoholemia que supere los 0,60 miligramos por litro en aire espirado” es motivo de investigación o imputación por un delito penal, con sus consecuencias pertinentes.


El problema, en caso de darse un accidente de tráfico, es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pueden entender que hay una violación a las normativas incluso cuando no se alcance ese límite. Justamente por eso es que ha proliferado la figura de juicio rapido por alcoholemia en Madrid.


A partir de ello, en las siguientes líneas vamos a considerar algunos de los aspectos fundamentales en torno a tales litigios, de la mano de los especialistas en delitos por alcoholemia de JR Abogados.


Y, por supuesto, hay que comenzar por el instrumento que permite estas pruebas, el etilómetro. Hablamos de ese pequeño aparato que se usa para detectar la cantidad de alcohol ingerido por la persona investigada, y que no hace otra cosa que medir la impregnación de alcohol del conductor.


En aquellos casos en los que el etilómetro ofrece un resultado positivo, inmediatamente se procede a una segunda prueba, mucho más preicsa, y que ha sido diseñada para analizar los positivos. Además, es importante aclarar que deben pasar diez minutos entre cada espiración.


Asimismo, el Juzgado considerará los aportes en materia de sintomatología por parte de los testigos. Los agentes del tráfico explicarán cuáles son las condiciones en las que se encontraba el conductor. Considerando esto, y el resultado de 0,60 o ligeramente inferior, podría derivar en condena penal.


Esa condena normalmente supone el retiro del permiso del permiso o licencia de 1 a 4 años. Asimismo, se puede imponer una pena de cárcel, trabajos comunitarios o multas económicas. Todo dependerá de las circunstancias del caso, con numerosos agravantes y atenuantes en cada uno.


¿Y por qué se habla de juicios rápidos? Básicamente, porque la Justicia “premia” a las personas que admiten su culpa, rebajando un tercio de la condena, si bien es cierto que esta admisión de la culpa es recomendable sólo si la tasa de alcohol ingerida es muy alta, y no si es un resultado “discutible”. Entonces, es mejor intentar salir absuelto con ayuda de un abogado especializado en juicios rápidos por alcoholemia, que te acercará todas las herramientas necesarias para defender tu posición.


Las alcoholemias reincidentes


Si te preguntas en qué otras situaciones podría ser recomendable el asesoramiento de un abogado, probablemente en pocas otras resulta más oportuna que en las alcoholemias reincidentes, denominación que recibe el momento en el que se superponen dos condenas.


La segunda de las condenas llega cuando la primera no ha acabado de cumplirse en su totalidad, dando lugar a otro castigo, mayor que el que correspondería a alguien sin antecedentes penales. Esto, incluso cuando no haya un accidente de tráfico ni nada por el estilo. Sólo por etilómetro.


En resumen, si el juicio rápido por alcoholemia es siempre un trance difícil que hay que dejar atrás, en determinados contextos es indispensable contratar a un experto con experiencia en la temática.

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