La "Rebelión" suma 400 personas en la puerta del Teatro Cervantes

Aproximadamente 400 personas acuden al llamamiento a la "Rebelión" convocado por los Jóvenes de Izquierda Unida en Béjar para pitar contra el "secuestro del pregón".

Miguel Rodero

Las puertas del Teatro Cervantes se han convertido en el epicentro de la protesta popular por la decisión del equipo de Gobierno de cambiar la ubicación del pregón, secuestrándolo de la plaza mayor para recluirlo en el Cervantes.

Desde las 20:30 horas comenzaban a sonar los primeros pitos, acto que se incrementaba con la proximidad a la hora del pregón, donde a los pitos se unieron cánticos del estilo “Este pregón también lo pago yo” o “Esto es una fiesta privada”.

A los cánticos y los pitos rápido se le sumaron las cacerolas, e incluso dos indignados subieron al balcón del teatro para dejar patente su disconformidad con el patético secuestro protagonizado por el equipo de gobierno del PP.

Las aguas no se calmaron con el comienzo del pregón, ya que durante todo el acto 300 ciudadanos se mantuvieron apostados en la puerta reclamando su derecho a un pregón público y abierto a toda la ciudadanía.

Los momentos de mayor tensión llegaron una vez finalizado el pregón con la salida de las diferentes personalidades, donde los manifestantes realizaron un pasillo para abuchear a quienes les han arrebatado el pregón. En este momento es cuando más latente se hizo la presencia policial, de la cual hay que decir que tanto la Policía Local, Nacional como la Guardia Civil han realizado un trabajo muy profesional y con una actitud que merece la pena ser reconocida.

Los manifestantes acompañaron a las autoridades que salieron del Teatro Cervantes hasta la puerta del Ayuntamiento, donde para culminar la jornada de protestas realizaron una sentada.

Los actos más bochornosos se vivieron al disolverse la concentración, cuando algunos simpatizantes del PP amenazaron e intentaron agredir a un servidor, provocaciones que solo dejan latente la frustración de quienes se creen que viven todavía en el franquismo y no quienes reconocer que la constitución ampara la libertad de prensa y la de concentración.