Amdeve se muestra critica con la celebración de actos como la elección de reina y rey de las fiestas

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Reflexión Asociación Amdeve / Una vez finalizadas las fiestas de nuestra localidad desde la Asociación de Mujeres Deobriga Vetonum pensamos que es un buen momento para hacer unas pequeñas reflexiones sobre la celebración de actos como la elección de reina y rey de las fiestas.

La primera tiene que ver con lo que queremos enseñar a nuestra juventud, incluso en fiestas. No debemos perder el objetivo de que todo lo que hacemos educa, de que lo público es un espacio de socialización. Este tipo de actos sigue inculcando en nuestra juventud el valor de la imagen física. Una sociedad no puede, ni debe fomentar que la juventud compita por ver quién es más guapo o guapa y después pasearles por la ciudad como si fueran un florero. Es cierto que hay un parte importante de la sociedad que consume y demanda este tipo de actos pero esto no justifica que lo promueva una entidad pública, ya que también el botellón es consumido y demandado masivamente y a ninguna entidad se le ocurriría promocionarlo; por otro lado también hay una parte no menos importante de la sociedad, como nuestra asociación que rechazamos de plano que se fomente estos valores en la sociedad, especialmente en la juventud.

La segunda reflexión, y no menos importante que hacemos, debe cuestionar la inclusión en este evento de niños y niñas de catorce años porque estamos hablando de niñas y niños, que todavía no tienen un criterio formado, con una edad en la que lo más importante es sentirse dentro del grupo de iguales, es un momento donde la identificación su grupo es lo que más peso tiene, la pertenencia al mismo y parecerse al modelo que impera. Precisamente esto último y la necesidad de sentirse aceptado es generador de conflictos personales en esta etapa de la vida y es, además, uno de los elementos de riesgo más importantes. El culto a la imagen física que fomentamos con estos actos, causa gravísimos problemas especialmente en las chicas jóvenes: anorexia, bulimia, pérdida de autoestima, etc… que hoy constituyen un problema social de gran magnitud Por todas estas razones pensamos que este tipo de actos fomentan todo lo contrario de aquello por lo que tanto hemos trabajado las asociaciones de mujeres, los profesionales, las administraciones, es decir, trabajar para la autonomía de las personas en la adolescencia, en el respeto a las diferencias, trabajar en valores de cooperación en lugar de competitividad. Por ello, debemos hacer una llamada de atención a la comunidad, una llamada a la reflexión a la población de Béjar.

La tercera reflexión que debemos hacernos es el papel que las instituciones juegan en las programaciones festivas, desde esta Asociación, consideramos injustificable que un ayuntamiento no sólo celebre este tipo de actos de elección de rey y reina, sino que además se haga publicidad del mismo como un acto maravilloso y novedoso y sobre todo, como una oportunidad para la juventud. Las instituciones públicas tienen conocimientos y formación suficiente y deben hacer de cualquier acto, espacios de socialización responsable. Las instituciones no pueden hacer a la vez campañas y actividades para fomentar valores, como la igualdad y la prevención de la violencia de género, y a la vez organizar actos que promueven lo contrario. Utilizar a las personas como objetos de exhibición, como este tipo de actos, contribuye a la desigualdad y la violencia.

La juventud que participa en estos actos es la menos responsable, sólo reflejan los gustos y los modelos que ven y están fomentados por personas adultas. Somos las personas adultas las que debemos poner un poco de cordura en los actos públicos, Esa juventud, en ocasiones tan criticada, en Béjar ha sido quien ha puesto la sensatez, que no han tenido los adultos organizadores, que no han visto en este acto ninguna utilidad social al mismo ya que casi no ha habido inscripciones a reinas y reyes.

La igualdad no consiste en que todas las personas hagamos lo mismo, no se trata de que se incorporen a los hombres a actividades en las que ya las mujeres no queremos estar ni viceversa, sino en que construyamos una sociedad más justa donde se desarrollen nuestras capacidades no por lo que se espera que hagamos, por parecer esto o lo otro, sino por lo que realmente queramos ser, por llegar a ser una ciudadanía crítica activa y prosocial.

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