El Teatro Cervantes carece de licencia de actividad desde su reinauguración en el año 2001

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Miguel Rodero / Durante la pasada sesión plenaria celebrada el día 29, el portavoz socialista, Cipriano González preguntó a la edil de Cultura, Purificación Pozo, si “¿el Teatro Cervantes tiene licencia de actividad y licencia de uso para ser utilizado para actividades de tipo cultural?”. La concejala popular no respondió de manera concreta.

Ayer 30 de noviembre en rueda de prensa Riñones admitió que “El que no haya licencias de actividad ahora no significa que no la vaya a haber”, certificando así que el Teatro Cervantes no tiene licencia de actividad en la actualidad.

Tras investigaciones realizadas por Béjar Noticias, hemos tenido acceso a una serie de documentación que lanza las siguientes informaciones respecto a este asunto:

  • A fecha 28 de mayo de 1999, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural se encuentra con la ‘sorpresa’ de que en la ejecución de las obras en el Teatro Cervantes se había llevado a cabo “el recrecido del cuerpo del escenario, laremodelación del vestíbulo general y la ejecución de frontón triangular en la facha principal” sin que esa, ni otras instancias, tuvieran ningún tipo de conocimiento previo “en el Proyecto de Intervención”.
  • A fecha 28 de agosto de 2001, un mes después de la reinauguración del Teatro Cervantes, hay un documento suscrito por la Secretaría General, remitido al propio Riñones, comunicando que “previamente a la puesta en marcha de la actividad” del Teatro Cervantes “se deberá solicitar licencia de apertura y certificado firmado por titulado competente”.
  • Según un informe pericial al que hemos tenido acceso las escaleras de caracol no cumplirían con el Reglamento General de Espectáculos.
  • Y, además, el Teatro Cervantes tampoco cumpliría con Ley de Espectáculos Públicos de Castilla y León.

Tras analizar esta documentación podemos decir que el Teatro Cervantes carecía de las licencias de apertura y actividad desde su reinauguración en julio de 2001. Así se manifiesta en el acuerdo de Gobernación y Régimen Interior, comunicado al propio Riñones, en fecha 28 de agosto de 2001, y tras ser otorgada autorización para la “rehabilitación de Teatro y Bar en Calle Olleros, 1 de Béjar”. La Secretaría General explicita que: “De acuerdo con lo establecido en el Reglamento para la aplicación de Actividades Clasificadas, le comunico que previamente a la puesta en marcha de la actividad, deberá solicitar licencia municipal de apertura del local, adjuntando un certificado firmado por titulado competente, en el que expresamente se manifieste que la instalación se ajusta al proyecto aprobado”. Sin que hasta la fecha se tenga constancia de que esos trámites fueran ejecutados por el Ayuntamiento de Béjar para la consecución de las licencias oportunas.

Igualmente es curioso como Cipriano González, anterior alcalde de la ciudad y concejal-portavoz en la actualidad del grupo socialista, arremete contra el actual alcalde con un asunto que mientras él fue alcalde tampoco solucionó, e igualmente estuvo abierto sin licencia de actividad. Así son las cosas de la política.

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