El pasado sábado día 9 estuve disfrutando en La Corredera de Béjar del ambiente festivo con motivo del carnaval. La plaza estaba a rebosar, y fácilmente pudiera haber más de mil personas disfrutando de la fría noche.
Miguel Rodero | @miguel_rodero
Al verme inmerso en aquel algarabío me fue inevitable compararlo con las dos últimas concentraciones a las que había acudido recientemente en la misma ciudad; la concentración en defensa de la sanidad, a la cual asistieron alrededor de 50 personas, y la manifestación estudiantil en defensa de la educación pública, que contó con unos 500 asistentes.
Sin embargo, aquella noche se reunían más de mil personas con el objetivo de divertirse y disfrutar con sus amigos, familiares… Vaya por delante que no critico en absoluto que la gente disfrute, creo que el derecho a divertirse es absolutamente licito, y yo mismo intento aprovechar cualquier ocasión para pasar un buen rato, pero me resulta preocupante la poca implicación de la sociedad en reivindicar aspectos que van a marcar un antes y un después en el concepto que hoy tenemos de la sanidad y la educación.
Me produce tremenda envidia la capacidad de movilización de ciertos actos festivos, que sin aportar nada especial son éxitos garantizados, y me produce tristeza saber que muchos de quienes participan en cabalgatas o carnavales, pensando en líneas similares a las reivindicaciones más enarboladas en la actualidad, no salen a la calle para defender sus propios derechos.
Es imposible analizar individualmente el motivo de cada ausencia, pero yo apelo a que cada cual haga un acto de conciencia y valore lo que está haciendo por mejorar esta sociedad o por defender los logros por los que otros dejaron su vida, o incluso cosas peores.
No digo que la única forma de lucha sea el acudir a manifestaciones o concentraciones, simplemente pido que cada cual de la forma que crea conveniente aporte su grano de arena en esta guerra sin cuartel en la cual están en juego demasiadas cosas como para mirar a otro lado.
Con toda la humildad del mundo diré que es muy duro consagrar parte de tu tiempo, y del de tu familia, a luchar en causas en las cuales después miras a los lados y te ves solo, cuando eres absolutamente consciente que lo que reivindicas es un acto de justicia social. No permitamos que ni un solo “luchador” se encuentro solo en las calles y plazas.
P.D. El martes 19 y miércoles 20 tenemos una nueva oportunidad, frente al hospital de Béjar, de defender los intereses de las gentes de esta comarca. No dejemos pasar esta nueva ocasión de luchar.
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