Lo siento, la presencia policial masiva no nos va a amedrantar

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Miguel Rodero | Lo que el pasado día 28 sucedió a las puertas del ayuntamiento de Béjar fue absolutamente vergonzoso e indignante. Un nutrido grupo de policías locales, apoyados por otro de policías nacionales, impidieron en primera instancia el paso de los ciudadanos al edificio consistorial, donde se celebraría minutos después un pleno ordinario. Posteriormente identificaron aleatoriamente, sin justificación alguna, a quienes ellos consideraron oportuno.

Los policías no quisieron informar del motivo de dicho control. El Alcalde dijo en pleno que“nadie, absolutamente nadie del Equipo de Gobierno, ha dado una orden en ese sentido”,y el concejal de Seguridad e Interior, reconoció en una conversación privada que él no era responsable de semejante despliegue.

Parece ser que nadie quiere hacerse cargo del empleo de esta técnica policial que perseguía claramente intimidar a los ciudadanos que en ejercicio de sus derechos acudieron al pleno de Béjar. Ahora nadie quiere reconocer que se ha empleado una presencia policial masiva de forma vomitiva, y que una vez más la policía municipal es la herramienta para intentar reprimir la participación ciudadana en la vida política de la ciudad.

No se tomen este análisis como una amenaza, pero la ya habitual presencia policial masiva en ciertos actos, sumado al estado de crispación actual que tenemos en el país y que se está cultivando en la comarca, puede acabar con la paz social que actualmente gozamos. Y desde luego no seremos responsables quienes apostamos por una rebelión democrática, sino quienes ordenan a la policía que nos persigan y vigilen en nuestras pacificas y justas reivindicaciones.

Lo que queda claro es que la policía municipal no está siendo utilizada para beneficio de la ciudadanía, sino como guardia pretoria en auxilio del decadente talante democrático de ciertos gobernantes, un aspecto del que evidentemente no son responsables los agentes, quienes confió que desempeñan su trabajo con un respeto mayúsculo a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas, y que ante la adversidad se pondrán del lado del más débil ¿o no?

Y vosotros políticos de grandes pretensiones y pequeños cerebros, seguid creyendo que no pasará nada, que vuestras acciones no tendrán replica. Porque así quedará menos para que pase.

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