Cipriano González Hernández / En el punto segundo del orden del día del Pleno Municipal del pasado día 31 de julio hemos tomado conocimiento de tu fallecimiento. No te preocupes, prenda, es solo una argucia legal para facilitar el que otra compañera pueda sustituirte.
En realidad de lo que yo quiero hablar es de tu marcha. Puede que tú la hayas visto como una liberación, puede, pero nosotros, el Grupo Municipal Socialista, la propia Agrupación y me atrevo a afirmar que el conjunto de concejales y concejalas que integramos la Corporación salida de las elecciones de mayo de 2011, lo consideramos una derrota, una derrota de la vida, una victoria del mal.
¡Qué poco tiempo tuvieron para conocerte, compañera! No obstante, si con el poco tiempo que tuvieron, no han dejado estos dos años de ausencia obligada de interesarte por tu salud, me imagino lo que hubiera pasado si hubieras estado aquí con nosotros todo ese tiempo.
Llevabas en tus genes la política, la Política con mayúsculas, la que se aprende en casa, la que se vive día a día desde niña, esa política capaz de discriminar lo fundamental de lo accesorio, el grano de la paja y llevarlo a la práctica diaria. Tuviste buen maestro.
Tu grandeza también se vio en el Centro de Adultos Mateo Hernández donde impartiste clase, también dejaste allí entre compañeros y alumnos tu impronta de profesional seria y comprometida. Me he pasado dos años dando la misma información sobre la evolución de tu salud al Pleno y al Claustro.
Por donde fuiste dejaste cumplida simiente del compromiso por la cultura, por la educación y por la política y además lo hiciste siempre con una sonrisa en los labios, con la tranquilidad que da el saber hacia dónde se quiere ir y como conseguirlo. Quiero evitar el recurso fácil de preguntarme por qué se van siempre antes las mejores… Prefiero pensar, como dicen los mayores, que se van quienes tienen cumplido. Pero permíteme que en nombre del Grupo del que siempre te mostraste orgullosa de pertenecer deje una afirmación que yo también me aplico en mi mundo personal: nadie se va del todo mientras quede en nuestra memoria. Y te adelanto, compañera, que tú siempre estarás presente en esta Corporación, no solo por lo que hiciste en el poco tiempo que estuviste, sino por lo que hubieras hecho si hubieras estado. Y permíteme también una pequeña maldad para terminar este sentido obituario, hay familias con las que la vida parece que se ensaña, la tuya es una de ellas, porque si no fuera ya suficiente con lo vivido, tuvo que ser un “18 de julio” el día que nos dejaste, una fecha que tanto para ti como para los tuyos tuvo siempre un difícil significado en clave familiar y que desde ahora será todavía más duro. Quiso el destino hacerte la última mala pasada y a fe que lo logró. Duro de digerir, compañera.
No obstante, prenda, y pese a todo: gracias, de corazón, por haber podido compartir contigo este tiempo
El portavoz del Grupo Municipal Socialista. Cipriano González Hernández
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