Las ratas, al menos en Béjar, no tienen color político

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El debate político en Béjar está bajo mínimos aunque el ambiente está muy crispado, y eso se traduce en maximizar los problemas de vecindad buscando reacciones desproporcionadas a cuestiones, que aunque no sean menores, no generan la problemática que se les intenta atribuir.

Miguel Rodero / Que en Béjar se vean ratas por las calles no es una circunstancia anómala aunque tampoco es frecuente, ya que en la era de los móviles y las cámaras digitales ¿cuántos vídeos de ratas paseándose por Béjar se pueden mostrar del último mes?

Evidentemente sería deseable no tener contacto con estos roedores, y entiendo y comparto la indignación de los vecinos que se crucen con estos animales, pero el problema no se debe magnificar, ni perseguir el pánico social con ello.

En el año 2009, los vecinos de la Travesía del Rollo (un céntrico recodo entre las calles Mayor y Veintiocho de Septiembre) denunciaron públicamente en los medios de comunicación la presencia de ratas, y por aquel entonces nadie que yo recuerde pidió la dimisión por ello de ningún concejal (y ese en concreto si fue un problema de salubridad bastante serio). Las antiguas piscinas municipales de Los Praos han visto desde su demolición parcial diferente colores políticos en el consistorio, y yo al menos no tengo un estudio que atestigüe que las ratas están proliferando en mayor medida desde que Pedro Manuel Esteban es concejal de Medio Ambiente.

Evidentemente lo dicho no exime a Pedro Manuel Esteban de la responsabilidad de su concejalía en este asunto, y debe de esforzarse mucho más para solventar este problema, pero tampoco es una circunstancia por la cual se pueda pedir uno de los máximos castigos a un cargo público, su dimisión.

Y resumo mis palabras para que después nadie extraiga extrañas conclusiones: Creo que es insalubre que convivan las ratas y las personas pero no creo que el problema en Béjar sea mayúsculo. Considero que desde la concejalía de Medio Ambiente tienen que solventar el problema, aunque no me parece una causa justificada para pedir la dimisión de nadie. En la ciudad de Béjar, por su orografía y el estado de abandono de muchos solares públicos y privados, se ven ratas, pero ello no supone una plaga.

P.D. Al margen del alegato anterior, yo continúo pidiendo la dimisión de Pedro Manuel (y la pediré mientras no se disculpe) por llamar "patética minoría" a los votantes de Izquierda Unida en sesión plenaria, e igualmente pido la dimisión de Pedro Manuel (y la pediré mientras no se solvente el problema) por la pasividad institucional adoptadas ante los reiterados vertidos contaminantes al Río Cuerpo de Hombre.

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