Una opinión de Miguel Rodero / Como en la mítica película estrenada en 2004 donde los seres humanos están atrapados en medio de una batalla entre las dos especies dentro de una pirámide utilizada como coto de caza para los depredadores que matan a los aliens como un rito de pasaje, ahora los ciudadanos nos encontramos en una comarca donde se está librando una batalla entre los Ayuntamientos y Gecobesa. Y los resultados en todos los escenarios imaginados perjudicarán a los humanos (ciudadanos).
El Alcalde de Béjar ya ha engrasado su máquina política transformada en engendro que se denomina “Consorcio Sierra de Béjar”, y está formada por los municipios de Béjar, Candelario, La Hoya y Navacarros, junto con la Cámara de Comercio de Béjar. Alejo Riñones también ha lanzado su potencial mediático, y no en balde tanto Gaceta como Punto Radio se alinean en defender los intereses partidistas del regidor bejarano con pintoresca críticas hacia Gecobesa provenientes de “un comerciante”, “un vecino de Candelario”, “un empresario”… testimonios sin nombre ni cara que viene a decir lo que interesa en ese momento, o con críticas a la prensa que no comulga con sus intereses editoriales traducidos en dinero institucional en concepto de publicidad.
Como en la película citada yo no quiero que esta batalla la ganen los aliens (Gecobesa), pero tampoco puedo permitir que venzan los predator (Ayuntamientos asociados) ya que eso supondría que el modelo de gestión pudiera pasar a depender en parte de los maltrechos presupuestos municipales de los Ayuntamientos, que en su afán de tener poder y protagonismo acabarían arruinando las arcas municipales de los consistorios, acabando primero con la solvencia de los pequeños que además no tienen capacidad de decisión, ya que los estatutos del Consorcio delegan todo el peso en Béjar.
Pues así estamos, en medio de una batalla donde lo inmediato es sobrevivir, y eso hoy por hoy pasa por tomar medidas rápidas que no dañen la economía comarcal, que preparen el terreno para otro modelo turístico y que ponga fin a los intereses partidistas y especulativos de políticos y empresarios implicados en la contienda.
Y siendo absolutamente conocedor que ningún Plan es infalible, pero percibiendo cual puede ser el desenlace de toda esta historia, voy a dar la receta que yo aplicaría desde hoy en este conflicto abierto (y aviso que tal vez mañana ya no sea válida ni aplicable).
Y como siempre acepto criticas, insultos e incluso mentiras y manipulaciones, dejando muy claro que mi opinión esta libre de cargas, y eso en esta comarca lo podemos decir en alto muy pocos.
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