Dos años después… los despedidos trabajadores de Unisolar siguen sin cobrar

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Miguel Rodero / Grupo Unisolar se constituyó el 11 de julio de 2002 como empresa de servicios e ingeniería con el objeto de aunar esfuerzos para el sector de las energías renovables en la península ibérica. Por ello recibieron la nada despreciable cifra de:

  • 500.000 euros por parte del Ayuntamiento de Béjar por únicamente montar la empresa aquí y mantener 105 puestos de trabajo durante 15 años.
  • 2.853.796 euros de la Agencia de Innovación e Internacionalización Empresarial de Castilla y León.
  • 3.000.000 de euros del Ministerio de Industria.
  • …… (y un largo listado de otras muchas ayudas).

La empresa Unisolar comienza con sus primeros despidos y el primer ERE en el año 2010, seguido de otros dos ERES en los años 2011 y 2012. Finalmente el 8 de noviembre de 2012 la empresa presenta un ERE de extinción de los 46 trabajadores que aún quedaban en la empresa, y a pesar de que un auto judicial del 28 de febrero de 2013 reconoce y refleja la deuda que el grupo Unisolar tiene adquirida con los trabajadores, constatando así de forma implícita que la empresa Unisolar estafó a las administraciones incumpliendo los contratos pactados por el dinero público percibido, los despedidos no han cobrado su indemnización.

Y mientras las administraciones implicadas abandonan a su suerte a los trabajadores despedidos, pidiendo con la boca pequeña la devolución del dinero mientras tanto PP como PSOE diluyen adoptar responsabilidades políticas por la mala gestión de esta situación, el Ayuntamiento de Candelario se niega a retirarle el titulo simbólico de Choricero de Honor a Francisco Maestre (entonces presidente del Grupo Unisolar), queda constatado como en España se tapa la mala gestión empresarial aunque ello suponga dejar en la cuneta a casi 70 trabajadores que se han visto engañados por falsas promesas y a toda la ciudadanía que ha pagado con sus impuestos la mala gestión empresarial y política en este asunto, que desde luego no es único en la comarca ni muchísimo menos en el país de la corrupción generalizada.

Y lo verdaderamente penoso es que trabajadores que han cotizado muchísimos años se veanabandonados por la “jeta” y mala fe de una empresa que ha disfrutado de muchísimo dinero público, y de unos políticos locales, provinciales, autonómicos y nacionales que no han sabido, o no han querido, reclamar sus derechos y han asumido que dichos trabajadores estén sin indemnización, con un irrisorio seguro de desempleo (ya agotado para todos) y que por su edad sea muy complicado su reinserción en el mercado laboral.

Y ante todos estos despropósitos se les ha aunado la pasividad judicial y la ineficacia del administrador concursal, sumándose a la indignación de los extrabajadores que un viejo conocido como es Francisco Maestre, expresidente de Unisolar, accionista desaparecido ante los problemas y mentiroso compulsivo, pudiera estar relacionado con la empresa Car Limit SL, adjudicataria de la maquinaría e instalaciones de la cerrada fábrica de Unisolar.

Si yo fuera un cabrón mal pensado no sería difícil concluir que uno de los mayores responsables de la estafa de Unisolar es ahora quien intenta reinventar el negocio mediante una nueva careta llamada Car Limit y así olvidarse del lastre soltado y de las deudas generadas. Aunque eso evidentemente, por el momento, es de ser muy mal pensado.

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