La vía verde Plasencia-Béjar toma forma

|

http://www.hoy.es | Antonio J. Armero / Treinta años después del último viaje del tren Ruta de la Plata por Extremadura, esas vías con mucho pasado y nulo presente, que en algunos tramos apenas asoman, invadidas por la vegetación, están más cerca que nunca de desaparecer. El martes día 21, en Plasencia, se dio un paso importante para que el lugar del ferrocarril lo ocupen caminantes, senderistas, ciclistas y gente a caballo.

En el despacho más cuidado del Ayuntamiento se encontraron esta semana siete alcaldes y tres concejales de diez municipios cacereños: Plasencia, Oliva de Plasencia, Villar de Plasencia, Cabezabellosa, Jarilla, Casas del Monte, Segura de Toro, Aldeanueva del Camino, Hervás y Baños de Montemayor. Presidió el anfitrión, Fernando Pizarro. Y sobre la mesa, una pregunta: ¿Permitir que se levante la superestructura (carriles, traviesas y balasto) para habilitar en su lugar una vía verde?

Idéntica cuestión se planteó a finales de abril del año 2013, aquella vez en un salón de la sede de la Delegación del Gobierno en Cáceres. Y entonces, la respuesta de los alcaldes fue negativa. No todos tenían el mismo criterio, pero se impuso el argumento de que aceptar el desmantelamiento de esa infraestructura equivalía a renunciar para siempre a la reapertura de la línea Palazuelo-Astorga. Han pasado dos años y tres meses de aquel encuentro. Y las opiniones han cambiado.

Opiniones favorables

«Los alcaldes estamos de acuerdo en seguir adelante con el proyecto de la vía verde», resumía Fernando Pizarro el pasado martes, tras el encuentro en su despacho. «Eso sí -matizaba también-, hay que tener en cuenta que bastaría la negativa de un municipio para que la iniciativa no pudiera seguir su curso».

¿Y qué es lo que ha hecho cambiar los puntos de vista, por qué en abril de 2013 se rechazó la idea y ahora no? El regidor placentino da la clave. «Por la vía actual no va a volver a circular un tren», afirma, apoyado en el criterio de los técnicos, que dejan claro este extremo. «En el caso de que el tren Ruta de la Plata reabriera -continúa Pizarro-, no circularía por el trazado actual, sino por uno de nueva construcción».

Esto ya se sabía hace dos años, y de hecho ya se comentó en la reunión de entonces. Además, Adif (Administrador de Infraestructuras de Renfe) lo ha explicado desde entonces más de una vez. Pero ha tenido que pasar el tiempo para que los ayuntamientos contrarios a levantar la vía asuman que la plataforma actual en desuso no vale para los trenes de hoy en día. Por la pendiente que tiene en algunos tramos, por el ángulo de giro de algunas curvas, por las paredes de tierra y piedras que encajonan las vías en algunos puntos, por las condiciones en que están algunos túneles…

En el hipotético caso de que algún día vuelvan a circular trenes de Plasencia hacia el norte, lo harán por un trazado nuevo, que en buena parte discurrirá paralelo a la autovía A-66. No obstante, no parece que esto vaya a suceder pronto.

El Pitvi y el año 2024

A principios de octubre del año 2012, el Gobierno presentó su plan de infraestructuras para los años siguientes, un documento de 386 páginas al que la mayoría conoce por su acrónimo, Pitvi. En él no se contempla la reapertura del tren Ruta de la Plata, al que el Ministerio de Fomento sí incluye como una futura línea de alta velocidad que partiría de León y terminaría al juntarse con el AVE Madrid-Lisboa. Ahora bien, el horizonte que el Estado marca para ese plan es el año 2024. Con la particularidad de que se trata solo de una propuesta, sin asignación presupuestaria. Y otro aspecto a considerar: no todo lo que figura en los planes del Gobierno, da igual su signo político, se cumple. De hecho, el anterior plan al Pitvi apenas se llevó a cabo.

En esta tesitura, no todos los municipios del trazado Palazuelo-Astorga -sin tráfico de pasajeros desde el 31 de diciembre de 1984 y de mercancías desde 1996- han reaccionado igual. De las provincias que atravesaba ese tren, Cáceres es la única en la que no se ha levantado la plataforma.

En la segunda mitad de septiembre del año 2013 empezó a desmantelarse en suelo zamorano, entre Barcial del Barco y Maire de Castroponce. Poco después se siguió hasta La Bañeza (León), y también en el tramo entre Cubo del Vino y Zamora. En noviembre de ese mismo año se iniciaron esas mismas tareas en Salamanca, en concreto a la altura de Carbajosa de la Sagrada, en la conexión entre la capital charra y Alba de Tormes.

En la provincia de Cáceres, sin embargo, casi todo está como estaba hace tres décadas. La oposición que manifestaron los ayuntamientos en la reunión de abril de 2013 en Cáceres paralizó los planes de Adif, a quien el Ministerio ya había encargado el levantamiento de la vía.

Este retraso ayuda a explicar también por qué el proyecto de vía verde entre Plasencia y Béjar está más avanzado en la parte salmantina que en la extremeña. La excepción es Baños de Montemayor, que empezó a moverse antes que el resto y apoyó la opción a la que ahora se apuntan las demás. La localidad extremeña famosa por su balneario firmó el pasado 18 de mayo un convenio con los ayuntamientos salmantinos de Béjar, Puerto de Béjar y Cantagallo. En él se comprometen a ir dando los pasos necesarios hasta conseguir la vía verde. Y el pasado lunes, las cuatro localidades cumplieron un trámite más, al acordar que solicitarán al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la conversión del tramo que discurre por sus términos municipales (18 kilómetros), acogiéndose al programa de Caminos Naturales.

Aprovechar la oportunidad

«Ese programa -explica Fernando Pizarro- prioriza rutas históricas como la Vía de la Plata, y es al que nos debemos acoger nosotros también». El alcalde añade que el Ministerio ya había aprobado una partida económica de cuatro millones de euros para la transformación de la superestructura. Ese dinero servirá para transformar la plataforma ferroviaria en un sendero apto para paseos, senderismo, ciclismo y caballos. Los ayuntamientos por los que pasa el camino tendrán que arrendar ese terreno. Su coste es de diez mil euros al año, pero propondrán a la Junta de Extremadura que sea ella quien se haga cargo de este concepto, como ya hace con la vía verde de las Vegas Altas. El gasto que quedaría por afrontar sería el del mantenimiento, que varía en función del número de habitantes y puede oscilar entre los cien euros por kilómetro y año que le costaría a Jarilla y los 500, aproximadamente, que tendría que pagar Plasencia, que cuenta en su término municipal con siete kilómetros.

Son detalles por perfilar, menores al lado del escollo que ha supuesto poner de acuerdo a diez alcaldes, algo que parece conseguido. «Si todo va como esperamos, nos gustaría firmar la petición para enviar al Ministerio en este mismo mes», anticipa Fernando Pizarro, a quien el proyecto le genera ilusión. Probablemente le suceda igual a senderistas, ciclistas, jinetes y amazonas. Cuando la vía verde sea realidad, tendrán 81 kilómetros (63 de Plasencia a Baños y 18 de ahí a Béjar) de paisaje por explorar. Y seguro, habrá quien los recorra al reclamo de la memoria propia, para recordar los días felices del tren Ruta de la Plata.

Comentarios