IU pide colaboración de Instituciones y de CH del Tajo para atajar los problemas relativos al agua

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Comunicado del Área de medio Ambiente, de la Asamblea Comarcal de IU sobre la escasez y gestión del Agua / A lo largo de este mes, se están realizando desde las administraciones locales de varios pueblos de la comarca restricciones en el uso del agua, afectando éstas al llenado de piscinas privadas, riegos de jardines y huertos.
Hay que decir, que entendemos que el consumo humano y animal sea una prioridad en casos graves de escasez, sin embargo no podemos estar de acuerdo con la gestión que se hace de este bien común que es el agua y por eso queremos explicar a la ciudadanía algunos matices importantes que nuestros ayuntamientos no entienden; hemos recurrido a un joven licenciado en ciencias ambientales bejarano, Diego Hernández Álvarez, para que nos explique las repercusiones de estas privaciones desde el punto de vista medioambiental, mientras que nosotros hablaremos de las cuestiones sociales y económicas de las mismas.

“El tipo de agricultura que se da en los jardines y huertos de uso doméstico, los cuales pueden ser considerados como huertos ecológicos, tienen su base y su razón de ser fundamentalmente en la observación y el respeto de los ciclos de la naturaleza, los ciclos del agua, del carbono, del nitrógeno, etc; y tienden a colaborar con la naturaleza, utilizando racionalmente sus productos en lugar de despilfarrarlos. De esta forma, se parte de una concepción en la que son importantes las consecuencias tanto a corto como a largo plazo, ya que con este tipo de prácticas agrícolas sostenibles podemos hacer a los suelos producir plantas que antes no estaban y mucho más importante, mantener las que ya están, es el caso de los jardines, incluso mejorando y aumentando de forma equilibrada la producción.”
“Para contar con una perspectiva global sobre la agricultura ecológica que se celebra en huertos y jardines domésticos, tenemos que considerar al ser humano no como un agente externo a la naturaleza, sino como un mero integrante más de la cadena alimentaria mediante la cual nos encontramos interrelacionados todos los organismos, cada uno desempeñando su función en la misma. Para explicar a modo muy esquemático la cadena alimentaria y entender su importancia, y como este hecho puede ser aprovechado en los huertos y jardines de los que estamos hablando, el origen se encuentra en las bacterias fijadoras de nitrógeno (viven asociadas en muchos casos a las raíces de las plantas) que se encuentran en el suelo, las cuales toman este elemento que se encuentra libre en la atmósfera para que pueda ser utilizado por las plantas. Las plantas, constituyen el segundo eslabón en la cadena alimentaria, las cuales tomando tanto el dióxido de carbono de la atmósfera, utilizando el agua del suelo y aprovechando la radiación solar contribuyen a la producción de oxígeno ( vital para la supervivencia de cualquier ser vivo) y a la disminución del CO2 atmosférico, que como todos sabemos es el principal causante del efecto invernadero y más ampliamente del cambio climático “

Expuesto lo anterior, tenemos que decir, que regar huertos y jardines, no es equiparable a llenar una piscina privada o a turbinar para producir electricidad cuando no hay caudal suficiente, por ejemplo. Impedir regar los huertos no acarrea solo problemas medioambientales, sino que es una medida drástica que puede afectar seriamente al bolsillo o a la autosuficiencia de muchas familias, que guardan en congeladores o en conservas caseras la cosecha para alimentarse el resto del año.
Algo que es tan tradicional en esta comarca, como el paisaje que nos acompaña, del cual forman parte nuestros huertos y jardines.

En cuanto a los jardines, hemos de destacar no sólo su función medioambiental, “En la agricultura ecológica se intenta fomentar el mantenimiento de las poblaciones que viven asociadas a los cultivos, lo cual, desempeña una doble función. Por un lado, el mantenimiento de la biodiversidad y por otro lado, la lucha de forma natural contra las plagas a las que inevitablemente cualquier cultivo es vulnerable, ya que los cultivos llevan en muchos casos asociados predadores naturales de la especia a combatir, y lo que estamos consiguiendo es que sean estas especies animales las que acaben de forma natural con las posibles plagas, evitando así el uso de cualquier tipo de plaguicida.

Las aves como el herrerillo común, el carbonero, el colirrojo, el vencejo, la golondrina, el pájaro carpintero, el petirrojo o las rapaces nocturnas son grandes consumidores de insectos, minadores, orugas, babosas… También lo son los gorriones, estorninos, tordos, etc… y todo este tipo de huertos y sobre todo en los jardines por la presencia de especies vegetales de mayor tamaño, constituyen un lugar de refugio, y en definitiva, un hábitat para estas y muchas otras especies, por lo que resulta de gran interés su mantenimiento y conservación, ya que son ellas mismas las encargadas de controlar las posibles plagas que pudieran afectar a las especies vegetales presentes.” que queda demostrada a lo largo de esta exposición en cuanto a la lucha contra el calentamiento global y la protección de nuestra biodiversidad, sino también el aspecto social y económico de los mismos, generando empleos directos y lugares de reunión de los vecinos y que en algunos casos muy frecuentes en nuestra comarca, son reclamos turísticos importantes; por citar nuestro jardín de El Bosque, el parque municipal de Candelario y el resto de los parques y muchos de los jardines privados que nos adornan.

Emplazamos desde aquí a las autoridades competentes de los ayuntamientos de la comarca y a la Confederación Hidrográfica del Tajo a emprender medidas colaborativas con la agricultura tradicional y con el paisaje urbano jardinístico para implementar medidas que ayuden a los agricultores autosuficientes de nuestra comarca y al mantenimiento de los empleos en el sector de la jardinería, así como al sector ganadero, para el máximo aprovechamiento de este recurso imprescindible, ya que como nosotros proponemos, estos sectores puedan organizarse y ser uno de los motores de una economía social y sostenible.

“Nuestra zona geográfica dispone de un amplio mosaico de paisajes que corresponden a diferentes usos culturales y áreas silvestres y buena parte de la biodiversidad de esos paisajes ha sido influenciada y mantenida por prácticas agrarias tradicionales. En este sentido, la agricultura ecológica supone una alternativa para recuperar la biodiversidad de especies y ecosistemas, lo que cobra más relevancia en los espacios naturales protegidos. La cuestión central está en cómo desarrollar un paisaje que no sólo sea una preservación de elementos del pasado o una utilización de la biodiversidad para la producción agraria. Es necesario un enfoque que contemple el paisaje como un organismo vivo, lo que implica un fuerte cambio de mentalidad, ya que al observar la finca y el paisaje que la rodea, ésta se vería como una parte de un todo, que se está desarrollando. Si este enfoque es asumido por los agricultores, se podrá aplicar y alcanzar el objetivo de unir la conservación de la naturaleza en las prácticas agrarias y esto será posible en la medida en que aquéllos perciban y visibilicen los valores de este tipo de terrenos. La biodiversidad sería vista, entonces, como algo necesario para la producción y no como efectos secundarios inevitables. Hoy en día, la agricultura ecológica se ha centrado en la obtención de productos lucrativos, reconocidos por el mercado, pero es necesario contribuir a motivar a los agricultores ecológicos, para que se
reconozca la producción y mantenimiento del paisaje y la riqueza biológica como un producto con gran valor económico.”
Debemos tender al aprovechamiento responsable del agua, a cuidar nuestros acuíferos, manantiales y ríos, pero la administración debe invertir en la formación de estos sectores, en la ayuda para la implantación de sistemas de riego y cultivos más eficientes y ecológicos, en el control sobre la contaminación de las aguas y en el uso razonable del suelo, en la ampliación de depósitos.. limitarse a las sanciones y prohibiciones, incitar a las denuncias entre vecinos y a las “guerras del agua” es no ver el bosque tras un árbol. No hay que olvidar por otro lado, que nuestro paisaje es uno de nuestros principales reclamos turísticos.

Mónica Quevedo Gómez
Resp. Del Área de Medio Ambiente, Patrimonio y animalismo de la Asamblea Comarcal de IU Béjar.

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