Alejo, si no te gusta que te piten… te jodes

Una opinión de Miguel Rodero / Aún recuerdo la cara de circunstancias de vuestro Alcalde, Alejo Riñones, cuando el 3 de septiembre del año 2012 tuvo que salir escoltado del Teatro Cervantes de Béjar por la policía ante la tremenda pitada que le propinamos cientos de ciudadanos cansados de su pésima gestión.

Este caso, el de las pitadas por el hartazgo ciudadano, no fue único en Béjar y como era extensible a toda España el PP se inventó la denominada Ley Mordaza, una serie de normas represoras las cuales básicamente consisten en criminalizar al ciudadano que proteste e imponerle sanciones para que no cunda el ejemplo de sublevarse a las decisiones de los que mandan.

El inicio de las fiestas de Béjar ha dejado ver que la represión también está instaurada en la ciudad textil, y ante la protesta pacífica de una veintena de ciudadanos mostrando su descontento con los últimos sucesos relativos a las ferias, se ha procedido a identificarlos para, si así se dictamina, poder sancionarlos o al menos amedrentarlos a ellos y que corra el miedo por las calles de la ciudad.

Y ante esto cabe decir algunas cosas:

1º Ciudadanos y ciudadanas de Béjar, cuando gente como yo y algunos “rojos” más os anunciábamos que había que posicionarse contra la Ley Mordaza nos mirabais con una cara entre la incomprensión y el desprecio. Aquí tenéis la respuesta a vuestro silencio.

2º Alejo, si no te gusta que te piten por tu pésima gestión te jodes. No te veo tan nervioso cuando a fin de mes cobras tus jugosas dietas a cargo de los impuestos de los ciudadanos. Señor Alcalde, esa pitada va en el sueldo.

3º Espero que la presión gubernamental ejecutada por la policía no tenga efecto y que la población de Béjar no retroceda ni un paso en el peso ciudadano que han ganado las movilizaciones en los últimos años.

Y por supuesto acabo con una premonición que quienes me conocen la tomarán con la seriedad que se merece. Si un solo ciudadano es sancionado por la pitada del pasado viernes, lo del año 2012 va a repetirse con tal insistencia que deseareis ser sordos. Como analista político (me acabo de sacar el diploma) os recomiendo que no despreciéis el peso de la población organizada o nos tendrán que visitar muy frecuentemente los acolchados hombres de Valladolid, pero nunca olvidéis que ellos no estarán siempre para protegeros de vuestro desprecio a la opinión ciudadana.

Si nos tocan a uno, nos toca a todos.

Publicado en miguelrodero.wordpress.com