Los partidos políticos bejaranos se posicionan ante la aparición de Pokémon en la ciudad

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Una sarcasmo de Miguel Rodero / El fenómeno de realidad aumentada Pokémon Go ha llegado a la ciudad de Béjar y ante la inquietud de la ciudadanía los partidos políticos han decidido llevar a sesión plenaria la situación para analizar y poder “adaptar la política a los nuevos tiempos” aseguraba el Alcalde.

El debate ha estado centrado en varios aspectos fundamentales aunque quedaba completamente quebrado entre los defensores y detractores de Pikachu y sus amigos en aspectos fundamentales entre las relaciones de los bejaranos y los Pokémon.

El Partido Popular comenzaba el debate poniendo sobre la mesa que ya se habían dado casos de Pokémon que le habrian quitado el puesto de trabajo a bejaranos, y alertaban de la alta tasa de delincuencia atraída por un grupo de Charmander asentados en la calle Alojería. Por ello proponían subcontratar a una empresa para capturarlos a todos y pagarles un billete de autobús hasta Plasencia. La contratación de la empresa se realizaría mediante decreto de alcaldía y a la oferta económica más ventajosa para las arcas de su propio partido. Purificación Pozo aseguraba que “la situación no puede seguir así, ayer, después de una junta de gobierno y la inauguración de dos metros de acera, nos dimos cuenta que en realidad no era Alejo quién presidia sino un Bulbasaur”.

Desde el PSOE creen que la mejor manera de afrontar la situación es empadronar a cuantos Pokémon se pueda y darles ya la papeleta para las municipales de dentro de tres años. Recuerdan que ellos ya en tiempos pasados realizaron ensayos con saharauis y fueron capaces de meter a 400 en un piso de 20 metros cuadrados sin que nadie sospechara nada.

Ciudadanos mantiene una línea españolista y creen que los Pokémon quieren claramente romper la unidad de Béjar. Además según sus investigaciones internar realizadas por algún cuñado y publicadas en la prensa a bombo y platillo, aseguran que “la mayoría de Pokémon son venezolanos pequeñitos que quieren infiltrarse en la sociedad”, por ello ven necesario “atraparlos y torearlos hasta la muerte, ya que el Pokémon no sufre y además si no los toreamos se extinguirían”.

Por su parte Podemos e Izquierda Unida están peleándose por ver quién quiere más a los pequeños seres y han decidido fundar una asociación animalista pro Pokémon ya que “a saber que cojones está haciendo la gente con lo que caza. Todos tenemos que tener los mismos derechos”. Para fortalecer este movimiento han decidido organizar 35 conferencias en dos días con las que esperaran llegar a unos 20 asistentes (entre todas y contando conferenciantes). Los representantes de Unidos Podemos consideran además que “es necesario prohibir la caza de Pokémon y nacionalizar la aplicación móvil que lo hace posible”. Según puede saber este medio esta postura no es unitaria y en la última semana ya se han producido cuatro fracturas dentro de la coalición por los diferentes posicionamientos.

Desde Tu Aportas Béjar se sienten muy identificados con los nuevos moradores de la ciudad, así ya han afiliado a dos (un Arcanine y un Dragonite) los han aseado y todos los martes, entre las 17 y las 19 horas, los ciudadanos podrán hacerse fotos con ellos en un fotocol que han preparado en su sede. Igualmente ya han realizado una rueda de prensa asegurando que si los Pokémon han llegado a Béjar es gracias al llamamiento que supone el ciclo formativo de Patronaje y Moda que ellos han defendido “por si alguien aún no lo sabe” apuntilla Novoa.

Para cerrar las intervenciones Ciudadanos por Béjar y Comarca aseguran que ya ha establecido contacto con el mismísimo Pikachu, le han puesto a su nombre 13 hectáreas de terreno aledaño a La Covatilla y el día después se ha querellado contra el por no regularizar los trámites administrativos necesarios para terreno rústico. Además le han acudsado ante la fiscalía de estar urdiendo un entramado societario con quien le vendió los terrenos (osea ellos mismos). Pikáchu no entiende nada y solo quiere saber porqué el pago 6 millones ayer por unos terrenos que hoy valen 2 millones.

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