Béjar, con el Centro de Turismo Activo, da un paso más en su proyección turística

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Miguel Rodero / Canalizar el turismo o generar alternativas atractivas a los visitantes son algunas de las acciones que contempla la hoja de ruta establecida para el recién inaugurado Centro de Turismo Activo de Béjar instalado en las naves de la antigua estación de RENFE.

A estas alturas podemos dispersarnos y debatir si el modelo de gestión es el idóneo, si el lugar es el más apto o si se debería de haber puesto esta iniciativa sobre la mesa hace muchos años, pero lo que no cabe en cuestión es que el proyecto es necesario y debe ser una pieza más en el futuro de la ciudad.

Alejo Riñones exponía en la inauguración del centro el pasado 16 de marzo que este espacio tiene la misión de “coordinar toda la oferta turística de la ciudad”, y esa es sin duda la tarea pendiente de una cabeza de comarca que lo tiene todo para “venderse” al mundo como referente de turismo sostenible.

Nieve, esquí, senderismo, escalada, mountain bike, carreras de montaña, parapente, historia, amplia oferta cultural… la ciudad de Béjar está enclavada en un espacio más que privilegiado, y no podemos olvidar que nos encontramos en un timeline donde el turismo rural está en auge y desbanca a cualquier otra variedad.

La lectura de Alejo Riñones es la correcta, es necesario ofrecer al turista no solo una ciudad, sino una comarca más homogénea y coordinada. Y aunque difiero con el regidor bejarano en el orden de los factores (el considera La Covatilla la locomotora perfecta y yo creo que la combinación de estación de esquí con Parque Natural sería mejor apuesta) el debate no debe cegarnos, y es sano reconocer que el Centro de Turismo Activo era una necesidad que ahora debemos saber explotar convenientemente para lograr obtener la cadencia idónea entre consistorio, empresas bejaranas y el Grupo Creactiva (empresa gestora del centro).

El albergue, totalmente nuevo, contará con cuarenta plazas normales y seis para personas con movilidad reducida, una buena alternativa para el alojamiento de grupos y familias que visitan la ciudad, con independencia del tipo de actividad que quieran realizar. Pero no debemos simplificar el proyecto a creernos que se ha inaugurado un albergue, ya que en principio cuenta con bar – cafetería, comedor y centro de ocio familiar, pero en un futuro próximo, entre otras muchas cosas, ofrecerá alquiler y reparación de bicicletas, rutas de senderismo, espeleología, multiaventura… todo ello en base a una fuerte apuesta por un turismo activo como dinamizador de la economía hasta lograr crear un producto especializado, atractivo y de calidad.

Recientemente en una entrevista que nos concedía el concejal de Turismo de Béjar nos comentaba que “el ambiente de la ciudad no es positivo, es decir que hay un ambiente de pesimismo instaurado en la ciudad que no facilita las cosas. Pero yo creo que podemos revertirlo con apoyo de la administración y con un nuevo impulso de la gente de Béjar”.

Seguramente estas palabras, por su crudeza y al mismo tiempo frescura, son la clave de que Béjar logre hacerse un hueco destacado en el panel turístico nacional. Algo que nunca conseguirá si se utiliza el turismo como tabla de salvación “a la desesperada” sino que tiene que canalizarse como proyecto incrustado en el ADN de esta ciudad. Y en eso todos tenemos la “obligación” de implicarnos y valorar convenientemente las acciones positivas que se lancen desde el Ayuntamiento u otras instituciones.

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