José Muñoz considera que la eliminación de especies invasoras en el lago de la Casa de Campo debe servir de "aviso"

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Una opinión de José Muñoz Domínguez / Con motivo de las obras de limpieza y reparación del lago de la casa de Campo de Madrid, el Ayuntamiento de la capital aprovechará para eliminar miles de peces de especies alóctonas e invasoras (carpas, carpines, gambusias y percasoles, principalmente; más datos en este enlace)

En Béjar, nuestro alcalde pescadero sólo piensa en engordar a las criaturas de colores con las que ha repoblado el estanque de El Bosque para que también engorden (según le dice el señor interventor) las arcas públicas. Está por ver con qué clase de permisos cuenta, pero lo único cierto es que no se puede hacer lo que este tipo lleva haciendo desde que tomó posesión de su poltrona (ante la pasividad de la oposición, por cierto).

La Casa de Campo de Madrid tiene mucho en común con nuestra villa de recreo, pues, aparte de tratarse de un BIC-Jardín Histórico, su origen es la antigua casa de campo de los Vargas, una quinta de recreo que fue adquirida por Felipe II en 1562: misma época, idéntico tipo arquitectónico. A partir de esa fecha y con la intervención del arquitecto Juan Bautista de Toledo, el monarca mejoró el edificio, sus jardines, huertas, praderas y bosques, pero, sobre todo, ordenó la construcción de varios estanques con la misma técnica, la presa denominada “holandesa”, por la participación de artífices de esos territorios europeos, como Pietre Janson, Adriaen Van der Müller, etc. En la villa madrileña se construyeron hasta cinco estanques, denominados “Grande”, “del Medio”, “del Norte”, “Longuillo y “de la Higuera”, parte de los cuales quedaron fusionados en el lago actual. También conviene recordar que en España tan sólo quedan dos obras de este tipo: la presa de Ontígola cerca de Aranjuez y el estanque de El Bosque de Béjar, motivo más que suficiente para cuidar de ella y de las especies autóctonas que alberga, muchas de ellas protegidas (particularmente los anfibios), en vez de tratar de sacarle tajada como criadero de especies invasoras.

Pero ya sabemos que todas estas sutilezas no traspasan las entendederas del amo del cortijo. Espero que sirvan de algo a los bejaranos sensibles que valoran su patrimonio y tal vez a los representantes de la oposición.

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