La importancia de la presencia de Béjar en las ferias de turismo

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Una opinión de Miguel Rodero / Con la llegada de cada espacio festivo nos estamos acostumbrando a que la ciudad de Béjar y su comarca tomen aire con el pulmón que supone el turismo que se acerca a disfrutar de nuestra cultura, eventos y naturaleza. Sin embargo este aumento progresivo de visitantes no es resultado de la casualidad sino de un proyecto que ya nota sus frutos a corto plazo.

La presencia de la ciudad de Béjar en Fitur, la “Feira das Tradições e Atividades Económicas” de Pinhel o Feria B-Travel, fortalecida por vídeos promocionales y campañas especificas en redes sociales, publicaciones en revistas especializadas del sector e inversiones en la propia ciudad, han situado a la ciudad textil como un destino adecuado para particulares y turoperadores, que han percibido un renacer en la cabeza de comarca con mucho que ofrecer pero sin ser víctimas de la saturación y precios elevados de los destinos de moda.

En la actualidad se estima que las ferias de turismo absorben un 20% de los recursos mundiales destinados al márketing turístico, este hecho, unido al creciente poder de convocatoria que siguen teniendo las ferias, lleva a no poder cuestionar las consecuencias favorables de la presencia de Béjar en las mismas.

Las primeras pinceladas arrojan los suficientes indicios como para guardar los discursos “paletos” que llegan con cada inversión que realiza el departamento de turismo en Ferias o eventos. Las vagas insinuaciones de que la presencia en las Ferias supone unos días de vacaciones para los asistentes no solo muestran un desconocimiento total del trabajo y agotamiento que supone acudir a una Feria, sino que obvia el dinero que revierte en la ciudad cada euro invertido en promoción.

Además las Ferias no son solo la posibilidad de que miles de particulares y profesionales del sector visiten nuestro stand y observen lo que tenemos que ofrecer, sino que este tipo de eventos generan grandes sinergias entre asociaciones, profesionales en toda la amplitud del sector (agencias, periodistas, escritores, cineastas…) cuyos frutos no se ven en la inmediatez, pero si tienen una proyección a medio-largo plazo.

Y por supuesto se producen reuniones y hermanamientos que derivan en nueva oportunidades tanto a nivel turístico como empresarial.

Béjar tiene que diversificar su presente y futuro, pero uno de sus cauces es indudablemente el turismo sostenible y esta fuerte apuesta del consistorio en la actual legislatura tiene que contar con apoyo político, empresarial y sobre todo ciudadano. Ninguna ciudad llega a ser un destino turístico de especial interés si sus propios ciudadanos no empujan los primeros del carro.

Si en algo tenemos que objetar es en la ausencia de estudios concretos sobre el impacto turístico en Béjar, sin duda un trabajo que podrían hacer desde el departamento de turismo para analizar las fortalezas y debilidades de la ciudad, valorar las impresiones de los visitantes e incluso saber cual es el gasto, y en que se produce, de los turistas que acuden a nuestro precioso enclave. Trabajo pendiente que será necesario en la segunda etapa del proyecto si queremos continuar creciendo.

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