Las pruebas deportivas atraen mucho más que turismo a la comarca bejarana

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Una opinión de Miguel Rodero / Quienes este fin de semana han salido a la calle tanto en Béjar, Candelario, o incluso Miranda del Castañar, han podido ver muchos aficionados a la bicis que han dejado su huella en alojamientos, bares, comercios, gasolineras… constatando que el turismo deportivo es una tendencia en Béjar, y que con motivo de la Marcha Bedelalsa atrae a nuestras tierras a cientos de deportistas, acompañados de familiares y amigos, que quieren disfrutar y sentir todo lo que nuestra comarca tiene que ofrecerles.

Pero el impulso económico y social que supone esta y otras pruebas como podemos hablar del Open de Tenis, Duatlon Cross, Campeonato de Castilla y León de Trail, Ultrail La Covatilla, Carrera del Pavo, Marcha de Otoño, Freestyle Ciudad de Béjar… no es exclusivamente el de atraer turismo, sino que entre otras funciones está logrando recuperar y mantener sendas, caminos y cañadas que con la “caída” de la actividad ganadera estaban prácticamente impracticables. Ejemplo de ello es la gran labor de limpieza y desbroce de caminos que realizan los voluntarios y voluntarias de la Ruta Vetona, o la recuperación que gracias a la celebración en Candelario de la carrera Arrebatacapas se ha realizado de la vía romana de Puente Nueva hasta la presa de Navamuño.

El atractivo deportivo que exporta la falda de nuestra sierra es una gran marca para todos los municipios de la comarca, y todas estas pruebas han logrado algo que hace años parecía impensable: La unidad entre los municipios y sus habitantes que han puesto de manifiesto la importancia de la colaboración para alcanzar objetivos en beneficio de todos.

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