Un viaje a la cultura gastronómica de España

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Con la llegada de las vacaciones millones de españoles se plantean cuál es el mejor destino según sus posibilidades económicas y la situación familiar, ya que, evidentemente, no es lo mismo disponer de barra libre económica resultado, por ejemplo de participar con Juegging Bono De Bienvenida, a tener que amoldarse a un presupuesto más ajustado; de igual manera, que la planificación es distinta cuando uno viaja en pareja o con amigos que con los más pequeños de la casa.

Una vez aclarado este punto y con las ideas más o menos claras en cuanto al destino se refiere, toca planificarse y aquí es donde entra en juego un turismo que en los últimos años ha ganado adeptos de manera significativa, se trata del gastronómico, pues si hay algo importante en las vacaciones es el buen comer.

Un testigo fiel del éxito de este tipo de turismo en auge son las estadísticas y, éstas, no fallan, las ciudades y pueblos, ya sean de costa o de interior, conquistan al viajero no solo por sus diferentes alternativas de ocio y culturales, sino también por la comida.

Si eres de esas personas que disfrutan de probar platos diferentes y te encanta invitar a tu paladar a conocer sabores nuevos, estás de suerte, porque la gastronomía española se presta a ello. Aromas y gustos distintos recorren nuestra geografía, todos ellos especiales, así que es hora de ponerse manos a la obra y elegir un destino que nos permita empezar a conocerlos.

Aunque la oferta es muy variada y los gustos de cada cual muy diferentes, hoy te proponemos tres opciones de turismo gastronómico que, creemos, merece la pena probar:

– Galicia y sus costas son el rincón perfecto para los amantes del pescado y el marisco, donde acompañados de un buen Alvariño de la tierra el viajero podrá perderse en la frescura del producto recién pescado. Parada obligada es O Grove, desde donde el viajero podrá también acercarse a pueblos con un particular encanto como es el caso de Combarro, en la provincia de Pontevedra, que con sus cruceiros y casas marineras hacen al visitante participe de la cultura meiga de la tierra.

– La tradición vinícola en España es más que evidente, de ahí la creación de Acevin (Asociación Española de Ciudades del Vino). Para los amantes del buen vino hay varias rutas a escoger, de entre las cuales el Cava del Penedés o la Rioja Alavesa son dos buenas opciones.

– Vinos, corderos y cualquier plato de caza del Pirineo Navarro son también una buena alternativa para los que prefieren un plato a rebosar de rica carne y gustan de quedar con la panza llena.

Normalmente el turista gastronómico, no busca únicamente hincharse a comer, sino también la oportunidad de empaparse de otras culturas y aprender de ellas. Es importante, por tanto, elegir el destino con cautela, no vayamos a pecar de hambre excesiva de platos varios y acabar en un lugar nada atractivo a nuestra mirada

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