7 motivos para comprar bombas peristálticas

Una bomba peristáltica es una bomba de desplazamiento positivo con múltiples aplicaciones. Su sistema de funcionamiento, basado en un rotor con rodillos o zapatas unido a un tubo flexible, hace que este tipo de bombas presente interesantes ventajas respecto a otras bombas industriales con partes móviles, como válvulas, pistones o cierres. Si estás pensando en adquirir una bomba peristáltica para tu empresa, te será muy útil conocer sus principales ventajas y aplicaciones.

Versatilidad

La bomba peristáltica ofrece una alta precisión en la dosificación de fluidos de naturaleza muy diversa y distinta viscosidad, lo que la hace extremadamente versátil. Entre sus aplicaciones más habituales figuran la industria alimentaria o la cosmética, con fluidos frágiles y sensibles al corte; la química y la farmacéutica, donde la bomba peristáltica permite una dosificación programable y exacta; el sector sanitario, usada para máquinas de diálisis o para bypass de corazón abierto; la minería o la industria cerámica.

Aptas para fluidos de alto riesgo

El sistema de una bomba peristáltica elimina el riesgo de fugas, por lo que están indicadas para trabajar con ácidos o fluidos abrasivos como cementos o cal, típicos en el sector de la construcción; fertilizantes o residuos de establo, propios de la industria agrícola y ganadera; hidrocarburos, en el caso de la industria petroquímica; o tratamiento de aguas residuales.

Sin riesgo de contaminación

Usar una bomba peristáltica garantiza que el fluido nunca entre en contacto con las partes móviles de la bomba, eliminando riesgos de contaminación, fugas o corrosión. Esta característica hace que una bomba peristáltica sea adecuada para trabajar en industrias como la alimentaria, la cosmética y la droguería industrial o la enología.

Caudal constante

La ausencia de partes móviles permite a una bomba peristáltica ofrecer un caudal constante a distintas presiones. Esta característica supone una ventaja frente a otras bombas industriales, como las de membrana, que no son capaces de bombear productos como los gases al quedar vacías ni trabajar con fiabilidad con productos sólidos.

Si tienes dudas sobre el modelo de bomba peristáltica que debes elegir, solicita el consejo de un fabricante de bombas peristálticas especializado sobre el tipo más adecuado en función del caudal y la presión que necesites. Una bomba peristáltica puede trabajar con un amplio rango de caudales, desde 10 a 45.000 litros/hora. Las bombas peristálticas de alta presión, denominadas habitualmente bombas de manguera, pueden operar con hasta 16 bar y suelen contar con tubos reforzados y cubiertas con lubricante para prevenir la abrasión, mientras las bombas peristálticas de baja presión, llamadas bombas de tubo, tiene cubiertas secas y usan rodillos.

Capacidad de funcionamiento en seco

La bomba peristáltica no necesita refrigerante ni lubricante, por lo que puede funcionar en seco de forma indefinida.

Larga vida útil

El rodillo que forma parte del sistema de una bomba peristáltica no genera fricción, por lo que no es necesario usar refrigerante en el interior de la bomba. Se trata de una de las ventajas más interesantes del uso de una bomba peristáltica, ya que permite alargar su vida útil.

Bajo coste de mantenimiento

El coste de funcionamiento de una bomba peristáltica es notablemente inferior que el resto de tecnologías de bombeo existentes actualmente en el mercado. La manguera es la única pieza de la bomba peristáltica que se desgasta con el uso y puede sustituirse de forma rápida y sencilla. El riesgo de taponamiento de los filtros también es muy bajo y su limpieza al finalizar cada partida se realizada en un tiempo sensiblemente inferior al de otro tipo de bombas, como las bombas de engranaje.