La Concejalía de Medio Ambiente toma las riendas sobre la denuncia de envenenamiento de gatos lanzada por Gaia

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Miguel Rodero / La asociación animalista Gaia denuncia que el pasado 27 de diciembre de 2018, “un vecino del barrio de las Malvinas distribuyó comida envenenada en la calle con el objetivo de acabar con la colonia de gatos callejeros de la zona”. Algo de una gravedad mayúscula ya que no solo le ha ocasionado daños a la colonia de gatos sino que “podría haber llegado también a perros paseando con sus dueños o a niños jugando” manifiesta Gaia en un comunicado mandando a diversos medios. "Por suerte, esta colonia de callejeros cuenta con miembros de la comunidad de vecinos que se preocupan por ellos" y en seguida reaccionaron porque no es la primera vez que algo así sucede. “Nos dieron aviso a nosotros, dieron aviso a la policía, y se organizaron no solamente para retirar toda la comida y hacer un seguimiento a los gatos, sino también para localizar al culpable que, como siempre, quedará impune” asegura el grupo animalista, quienes además denuncia que como consecuencia de envenenamientos han fallecido 10 de los 15 gatos de esa colonia. Al día siguiente, los vecinos de estos animales se reunieron para presentar una denuncia formal del caso en el Ayuntamiento. Desde la concejalía de Medio Ambiente, consultada por este medio, se tiene constancia de dicha denuncia y por ello se condena taxativamente el envenenamiento y se recuerda “que las ordenanzas prohíben totalmente alimentar a los gatos callejeros y se esta incumpliendo la ley alimentando a estos animales” ya que esto, en palabras de Victoria Mateos “conlleva muchos problemas aparejados como suciedad en las calles, sedentarismo en los animales callejeros, procreación masiva y propagación de enfermedades”. Ante lo cual la concejala anuncia que se incrementará la vigilancia en la medida de sus posibilidades, pero sin olvidar que dicha vigilancia servirá también para “sancionar si es preciso a quienes alimenten a estas colonias de animales”, entre otras medidas que se reservan para atajar el problema si realmente perciben que la convivencia o la salud de niños o mascotas se puede ver afectada.

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