Cultura y Turismo difunde recomendaciones para proteger el patrimonio cultural de la Comunidad durante la crisis del Covid-19

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La Consejería de Cultura y Turismo, con el fin de garantizar la conservación y protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León durante el confinamiento, ha trasladado, a través de la Federación de Municipios y Provincias y de las Delegaciones Diocesanas de Patrimonio, instrucciones sobre la protección de los bienes culturales en este momento de crisis pandémica, para evitar algunos perjuicios que puedan causar a los mismos los trabajos de limpieza y desinfección.

A través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, se ha difundido información detallada en la que se advierte de que los materiales con los que han sido construidos los elementos representativos del patrimonio cultural y con los que se ornamentan, pueden dañarse a medio y largo plazo con los sistemas y soluciones de desinfección que se están empleando en este momento y en la que recomienda que, en la medida de lo posible y en función de las circunstancias, se evite realizar estas labores de desinfección masiva en este tipo de elementos. Debe tenerse en cuenta que la mayoría de estos edificios y otros elementos de interés patrimonial, están cerrados y sin uso en estos momentos por las medidas de confinamiento y que, según establecen los científicos, la pervivencia del virus en los materiales es limitada en el tiempo. Una vez que esta situación pase, los elementos del patrimonio cultural que se conservan, seguirán y se debe velar porque lo hagan en las mejores condiciones, para que se puedan disfrutar de ellos próximamente y garantizar su traspaso a las futuras generaciones.

En cuanto a los desinfectantes y los materiales del Patrimonio Cultural, la comunidad científica informa que el virus de Covid-19 puede persistir en la superficie de ciertos materiales de seis a nueve días. Para su desinfección, se consideran eficaces los siguientes productos: alcohol etílico (etanol), lejía (hipoclorito sódico) y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) e incluso derivados del amonio cuaternario; sin embargo estas soluciones son peligrosas para los materiales que componen el patrimonio cultural: piedra, ladrillo, cerámica, metales, vidrios, madera, pinturas y policromías, papel, pergaminos, textiles, etc. Todas estas soluciones pueden dañar los materiales que forman parte de elementos históricos, artísticos y documentales, provocando daños a corto, medio y largo plazo y de manera irreversible.

Recomendaciones para proteger el patrimonio cultural de Castilla y León

La Consejería informa de una serie de pautas de cómo proceder de la manera más conveniente, tanto en patrimonio inmueble como en patrimonio mueble para garantizar la seguridad de las personas y mantener el patrimonio cultural en el mejor estado.

Asimismo, se recomienda que, para cualquier consulta, asesoramiento o duda en relación a este tema, pueden ponerse en contacto con emergencias.patrimonio@jcyl.es y los técnicos se pondrán en contacto con el interesado.

En lo referente al patrimonio inmueble, los edificios, la mejor medida es el aislamiento de los edificios de interés histórico o artístico. Las medidas de confinamiento social han propiciado que la mayoría de estos edificios permanezcan cerrados, de esta manera la posible contaminación desaparecerá en unos días.

La seguridad del patrimonio cultural es importante contra el expolio y el vandalismo, por lo que se debe verificar las medidas de seguridad de los mismos –si las hubiese- o que alguien, con las debidas medidas de protección (mascarilla y guantes) realice inspecciones periódicas y, en caso de detectar algo anómalo, se ponga en conocimiento de la autoridad competente. Se debe solicitar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que incluyan el edificio en sus rondas, las circunstancias son extremas y es necesario también atender a la seguridad del patrimonio ante aquellos que pudieran aprovechar la situación para robos, expolios o vandalismo.

Si las circunstancias impiden el cierre del edificio, nunca se debe rociar paredes exteriores e interiores con soluciones cloradas a base de lejía o con los productos mencionados, ni vaporizar o nebulizar estas soluciones o sus homólogos comerciales en el espacio interior, ya que dañará todas las superficies y los objetos que se encuentre en dentro del área. La repetición de aplicaciones agravaría el problema.

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