La etiqueta #irresponsables, No todos los padres somos iguales

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Durante esta semana, y una vez que las autoridades nacionales permitieran los paseos con niños siguiendo ciertas normas, las redes sociales se llenaron de imágenes y fotografías de familias, acompañadas de la etiqueta #irresponsables, definiendo de esta forma horrible a todas aquellas personas por, supuestamente, estar incumpliendo las normativas del Estado de Alarma.

Lo cierto es que se trata de una segmentación injusta, como bien podemos leer en este blog de maternidad, porque realmente han sido muy pocos los padres que realizaron las caminatas con sus pequeños haciendo caso omiso de las recomendaciones. La mayoría de ellos se esforzó en seguir los consejos de los expertos al pie de la letra, pero nadie está allí para difundir las cosas positivas.

Para ser más claros aún, esta definición de los padres y madres que han salido a dar una vuelta con sus hijos que ya están cansados de estar encerrados en casa, y que lo han hecho porque se les ha permitido, sólo puede venir de alguien con mala intención, que pretende ensuciar la imagen de los padres e hijos en un momento tan delicado.

En general, los padres se han comportado como corresponde, respetando las normas:

  • Que sea un paseo corto, de alrededor de una hora, suficiente para despejarse un poco.
  • Salir -en la medida de los posible- con mascarilla y gel desinfectante, tanto padre y madre como el niño o niña
  • No tocar ningún elemento que pueda ser un agente de contagio del virus
  • No alejarse demasiado de la vivienda. Como mucho, un kilómetro de distancia
  • Mantener distancia social con otras personas, de al menos dos metros y más de ser posible

Estas sugerencias de la comunidad científica luego deben ser seguidas por las que ya todos conocemos para cuando regresamos a casa del supermercado o de cualquier otro sitio al que vamos. Es decir, la clásica desinfección y lavado de manos, que permita eliminar cualquier contacto que pueda existir con el Covid-19. Un proceso que lleva tiempo, pero ya es parte de nuestra rutina.

La realidad de quienes practican la maternidad en estos tiempos excepcionales es muy diferente. Muchísimas madres se las ingenian, a veces haciendo malabares, para cumplir sus obligaciones laborales, cuidar de sus pequeños, encargarse de la casa y demás. Y a esto hay que sumarle el temor y hasta desesperación porque ningún pequeño se enferme y tenga que caer en una UCI.

Razones todas las anteriores, que demuestran que hay más irresponsabilidad en quienes acusan sin conocimiento a estos padres y madres, que en aquellos que únicamente pretenden salir a dar una vuelta con sus hijos para que a ellos se les haga más llevadera la cuarentena.

Y, todo esto, con el agravante de que no se ha considerado irresponsables a quienes sí lo han sido: runners que salen en manada porque no pueden esperar un poco más para salir a correr, hordas de gente comprando más papel higiénico del que utilizarían en un año, y tantos ejemplos más.

Así que, la próxima, más empatía con esas madres y menos señalarlas acusando.

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