¿Qué son los Juicios por Alcoholemia?

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Conducir bajos los efectos del alcohol es uno de los delitos más peligrosos que se pueden cometer. No solo se pone en peligro la vida propia, sino la de todas las personas que de alguna u otra forma están en los alrededores. En el mejor de los casos, puedes conseguirte un gran problema con la ley.

El juicio rápido por alcoholemia podrá iniciarse cuando el infractor sea detenido in fraganti por las autoridades con niveles de alcohol en el organismo, superiores a los máximos permitidos. Las autoridades de transito tienen derecho a pedir que el conductor pase por el alcoholímetro cuando lo consideren necesario.

Según el código penal de la nación, un juicio por alcoholemia puede llegar a realizarse cuando los niveles de alcohol en la sangre superan 1,2g/L. En el caso de alcoholímetros de aire, una presencia igual o superior a 0,6mg/L es suficiente para que las autoridades aleguen conducción bajos los efectos del alcohol.

En caso de suscitarse algún accidente de tránsito de cualquier índole, la presencia de 0,25 o 0,6mg/L también es causante de multas y pérdidas de las licencias de conducir. En la mayor parte de los casos se hacen juicios rápidos en los que se determina la sentencia judicial.

Una sentencia por alcoholemia hará que el registro policial personal quede manchado, por lo que se tiene que procurar no tomar y conducir. Es importante conocer que no siempre estas pruebas nos dicen la verdad. Suelen tener un rango de tolerancia que indica una variación sobre qué tan fidedigna es la prueba.

Las citaciones pueden ser entregadas por la empresa de correos o incluso por la propia policía del país. Es la manera más común de entregar la citación para un juicio por alcoholemia. Desde ese preciso instante se tiene que actuar para resolver satisfactoriamente el problema.

Un abogado será indispensable para la defensa del acusado. Pero es recomendable que no se un abogado convencional, sino más bien un abogado especialista en juicios de alcoholemia. Mientras más experiencia tenga mejor será, puesto que esta clase de juicios rápidos es necesario moverse velozmente para que la condena sea la menor posible.

La mayor parte de este tipo de juicios rápidos se realiza en los juzgados municipales. En todo caso, el abogado defensor buscara hacerse con el atestado considerando cada una de las posibilidades de defensa. Con ello es posible acceder a sentencias en las que no se retira el documento de circulación y la sentencia termina siendo muy baja.

Con rangos de errores que en algunos casos llegan al 7,5%, obtener un nivel superior al indicado en la prueba de alcoholemia no siempre es un crimen. Sin embargo, solo un abogado experto puede obrar de forma correcta para que la sentencia sea nula.

No conviene improvisar ante la inminencia de un juicio por alcoholemia. En caso de que prescindas de ayuda jurídica especializada, la sentencia puede ser devastadora. Una multa, trabajo comunitario y una enorme mancha en el registro policial que se verá mal ante los ojos de los empleadores. En casos de reincidencia puede que la fiscalía pida un tiempo en la prisión.

Por si ello fuera poco, en este tipo de juicios rápidos las apelaciones no están permitidas. Por tal motivo es que un mal manejo del caso puede desembocar en pérdidas de empleo, pérdidas económicas sustanciales y una mancha en la reputación que se vuelve muy problemática con el tiempo.

Un buen profesional del derecho puede hacer que la sentencia sea reducida en hasta 1/3. Multas que generalmente son de 900€, pueden verse reducidas hasta los 600€. De igual manera se reduce el tiempo de servicio comunitario y también los meses en los que el infractor no podrá contar con su documento de circulación.

Ante la inminencia de un juicio por alcoholemia lo mejor que se puede hacer es admitir la culpabilidad (si es que se es culpable). Pero ello no será suficiente si no se consigue un abogado experto en el tema. Créenos, no son difíciles de hallar.

Aunque es una infracción peligrosa, no se trata del crimen más grave del código penal del país. Si bien los mejor de todo es evitarlas, es posible salir muy bien parado de una de estas citaciones para juicios de alcoholemia.

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