Miguel Rodero | La problemática del alquiler de locales -que son usados tanto por menores como mayores de edad- como lugar de reunión juvenil o botellón se ha trasladado recientemente a la Calle Mansilla de Béjar, donde desde hace una quincena la música alta, voces, comportamientos insalubres, malos hábitos vinculados al alcohol y otras drogas se han instaurado en esta céntrica calle donde el estado de deterioro de algunos edificios hace que el precio de los alquileres sea asequible para grupos de jóvenes.
Según ha podido constatar este medio algunos vecinos han puesto en conocimiento del Ayuntamiento las quejas, por las cuales “no hemos obtenido respuesta” nos comentaba uno de los afectados. Las llamadas a la policía tampoco surgen efecto, ya que “hemos llamado varias veces a la Polici?a Local y Nacional y cuando acuden no les abren la puerta” nos confesaba un vecino cansado de una situación que teme se alargue en el tiempo.
Otro vecino nos exponía que el ruido y la mala convivencia se prolonga “desde las doce de la man?ana hasta las 5:30 de la madrugada”, una situación que ponen en conocimiento de nuestro medio para reclamar la atención de los responsables en buscar solución a este problema, ya que se sienten desamparados.
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