La Plataforma califica de “tragicomedia” la situación que genera la Consejería en el Hospital de Béjar

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Comunicado Plataforma en Defensa Sanidad Béjar y Comarca

El pasado día 21 de abril, de acuerdo con el plan de desescalada del CAUSA, se dio vía libre a la vuelta de las urgencias hospitalarias 24 horas y a la hospitalización de pacientes en el Hospital de Béjar.

Veinte días después, pese a haberse contratado personal de enfermería para este servicio, la planta de hospitalización sigue sin tener ni un solo ingreso, aunque ha habido pacientes que se han derivado a Salamanca que eran candidatos para ello. La razón por la que se “justifica” esta situación es que los pacientes tienen que tener una PCR hecha y negativa para poder ingresar y en este hospital no hay laboratorio para realizarla.

La portavoz de la plataforma, Marisa Díaz, insiste en que “desde el principio no había voluntad de ingresar como lo demuestra que no se había previsto el catering y solo tres días después, tras la denuncia en los medios de comunicación, se trajeron unos tarros de potitos, unas latas de atún, unas yemas de espárragos, sobres de café y mayonesa, galletas y brick de leche y zumo. Tampoco está previsto el personal que se encargue del mismo.

Es cierto que los pacientes tienen que estar libres de covid para ingresar, pero con un poquito de voluntad es perfectamente posible realizar la PCR. A diario se hacen en este hospital extracciones de muestras que se mandan a analizar a Salamanca. El paciente puede permanecer en observación, como ocurre en la capital, hasta que se valide esa prueba y luego decidir su ingreso. También se pueden trasladar aquí pacientes que son de la comarca con PCR negativa.

Superada esta excusa, se escudan en que es el médico internista el que tiene que hacerse cargo de la hospitalización 24 horas porque de lo contrario estarían incurriendo en ‘intrusismo profesional’. ¿En serio? ¿Más de treinta años el intruso (médico urgenciólogo) haciéndose cargo de la planta de hospitalización tardes, noches, sábados, domingos y festivos y nunca ha habido queja alguna, y ahora, en plena pandemia, en la que oftalmólogos, dermatólogos, ginecólogos, etc. han arrimado el hombro, convirtiéndose en ‘intrusos’, con el beneplácito de sus colegas abrumados con la que tenían encima y justo ahora nos preocupamos por no desairar a los compañeros?

Hasta aquí la comedia.

La tragedia viene ahora: la Administración malgastando nuestros impuestos y negándonos servicios. Doce personas, en turnos, deseando recibir pacientes para trabajar. Pacientes utilizando ambulancias para ser trasladados a la capital, exponiendo su vida y la de sus familias mientras aquí hay camas vacías. Otro recurso mal utilizado. Camas ocupadas en Salamanca y personal sanitario sobrecargado cuando aquí disponemos de lo necesario. Otro gasto duplicado.

En fin, creo que la responsabilidad de dar solución a este espectáculo la tiene la Junta de Castilla y León (que no olvidemos que maltrata a su personal con contratos precarios y condiciones de trabajo tercermundistas) y la consejera de sanidad que prometió que todo volvería a ser como antes y ahora se desentiende.

Llegados a este punto, nuestra propuesta es que nos unamos todos los perjudicados por este teatro para exigir a la administración que resuelva este drama. Porque lo ideal es que ganemos todos sin tener que pisotear los derechos de unos para hacer valer los derechos de los otros. No puede haber una sanidad a dos velocidades: una para los que están cerca de todo y la otra para todos los demás.”

La próxima concentración será en Salamanca el domingo 23 de mayo para luchar por nuestros derechos sanitarios.

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