Lunes, 09 de Octubre de 2017 18:43
Cuando hablamos de enfermedades el lenguaje importa, por ello queremos comenzar este articulo alegrándonos que desde el año 2014 la Real Academia Española de la Lengua modificará su definición sobre autismo, que hasta el momento ofrecía en su diccionario “Persona encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad” para que en la actualidad podamos leer “trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados” y el autista es “la persona que padece autismo”.
Solucionado esta situación, la cual no es menor ni mucho menos si consideramos que en los últimos años está aumentando significativamente el número de casos de personas diagnosticadas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) calculando que uno de cada cien niños nacidos sufre autismo, es decir, 70 millones de personas en el mundo. Unos datos que no son baladí en nuestro país, donde según los últimos datos ofrecidos por fuentes oficiales este trastorno neurológico en España afecta 1 de cada 100 nacimientos.
Pero ¿el autismo se cura?
Hasta principios del año 2013 la idea general entre los profesionales era que no, sin embargo las investigaciones llevadas a cabo son esperanzadoras al certificar que entre un 1 y un 20% de quienes reciben tratamiento muestran importantes mejorías tras la terapia. Hasta ahora se pensaba que esos jóvenes que “abandonaban” el diagnóstico de autismo no era por un cambio real sino porque el diagnóstico de partida estaba mal hecho. Sin embargo diferentes estudios propugnan que sí hay un grupo significativo que “sale del autismo”.
Diferentes terapias para tratar el autismo
Si a tu hijo o hija le han diagnosticado autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes.
El mejor tratamiento para el autismo debe combinar varias disciplinas y el tratamiento debe ser personalizado a las exigencias de cada niño en individual, y por supuesto debe estar supervisado por profesionales cualificados.
Las terapias antes mencionadas son sólo algunas de las muchas maneras de ayudar a tu hijo autista siendo importante recordar que algunas terapias pueden funcionar para unos niños, pero no para otros, ya que todos los niños tienen diferentes necesidades varios niveles de habilidades comunicacionales.