Domingo, 08 de Abril de 2018 02:04
Una opinión de Miguel Rodero / La realidad de despoblación y falta de oportunidades que padece Béjar en las últimas décadas no es exclusiva de la ciudad textil, y prueba palpable de ello es que el presidente de la Comisión de Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Reyes, ha pedido recientemente que la despoblación se aborde “como un problema de Estado en España”.
El mundo rural esta siendo duramente atacado y los municipios carecen de herramientas reales para defenderse. Y esto no es una excusa para que los consistorios locales no defiendan los intereses de sus vecinos y vecinas, sino para comprender que muchos de los problemas que afectan directamente a Béjar y su comarca no son exclusivamente responsabilidad de los representantes políticos de nuestra zona, sino que las agendas se cierran a niveles más altos. Sinceramente cuesta creer que simplemente cambiando el color político de Béjar se revierta la perdida de población, ya que similar realidad sobre la perdida de población que vive nuestra comarca, lo sufre las tierras de Ciudad Rodrigo o Peñaranda de Bracamonte en Salamanca o prácticamente cualquier espacio rural sobre la que pongamos la lupa en España.
Ante esta situación buscar responsables en necesario, pero no más que buscar soluciones, y por ello la ciudad de Béjar debe abanderar su posición de cabeza de comarca y actuar analizando el problema desde estudios y diagnósticos que aglutinen no solo la perspectiva de los partidos políticos, sino de muchos otros actores que pueden aportar luz al duro problema que sufrimos y que ha desembocado en una bajada de 1.795 habitantes solo en la ciudad de Béjar en la ultima década.
Saber analizar las debilidades, fortalecer nuestras opciones, crear una “agenda municipal” con el compromiso de cumplimiento por todos los partidos políticos, deben ser los principales aspectos a tratar en la más que necesaria mesa de coordinación para frenar la despoblación que debemos abordar con urgencia.
Comenzaba diciendo que el problema no es solo de Béjar, pero tal vez entre todos si tengamos soluciones reales y palpables que podamos poner sobre una mesa de coordinación y donde las afiliaciones políticas, sindicales, empresariales, mediáticas… estén presentes para sumar, pero nunca para enturbiar la necesidad de alcanzar acuerdos.
Mi alegato puede parece una utopía inalcanzable, pero cada cual deberá valorar si los egos son más importantes que el futuro, y si queremos que de una vez por todas el 100% de la población se sienta orgullosa de sus representantes, sean o no a los que votaron o apoyan.
La generosidad de quien gobierna para realizar esta convocatoria y la responsabilidad del resto de la oposición y convocados para acudir “sin memoria” y con proyectos sería fundamental para alcanzar acuerdos y refrendar soluciones.
Jueves, 30 de Noviembre de 2017 04:07
Una opinión de Miguel Rodero / No cabe duda de que España es un país turístico, siendo una de las bases principales de la economía española actualmente. Es el cuarto país del mundo en número de turistas extranjeros, con más de 53 millones de turistas anuales, por detrás de Francia, Estados Unidos de América y China. No obstante, el boom turístico comenzó en la década de los 60 cuando, por diversos factores, empezaron a llegar miles de turistas procedentes ya no sólo de cualquier municipio español, sino también de cualquier rincón del mundo.
Hoy en día, en el plano cultural se ha tendido a la estandarización de los destinos ya que si te das un paseo por la avenida marítima de Benidorm, Lloret de Mar o Tenerife, tendrás la sensación de estar en el mismo lugar cuando son ciudades separadas por cientos o miles de kilómetros.
En este contexto, y especialmente desde hace dos años con la toma de Ángel Orgaz como Concejal de Turismo, Béjar se reorienta hacia el aprovechamiento turístico desde la diferenciación, ya que el turismo rural tiene la tremenda suerte de poder situarse fácilmente en el camino del turismo sostenible o responsable, donde la convivencia entre turista y residente obtiene muy pocos efectos negativos.
Pero en este caminar Béjar tiene mucho espacio que recorrer. No lo digo con aires de critica vacía ni con afán de desprestigiar, sino todo lo contrario, con la ilusión de apoyar el proyecto del Ayuntamiento de Béjar en materia turística, en el cual todos debemos ser participes para generar el modelo adecuado, sobre todo dando por supuesto que los actuales interlocutores no han tenido el tiempo idóneo para ejecutar su proyecto al 100%, y que no todo se hace en uno o dos años.
Para otro día dejo mencionar los logros que se han alcanzado en materia turística, que precisamente no son pocos y pasan por diversas áreas, desde la modificación de los horarios de los museos a la utilización de las nuevas tecnologías como elemento de difusión, pero hoy quiero decir algunos aspectos que humildemente considero se deben trabajar para que Béjar no fracase en su proyecto de ciudad turística.
Y para acabar solo una recomendación más para los bejaranos. La ciudad de Béjar y la comarca entera ya es un destino turístico de lujo, debemos dárselo a conocer a todos desde el positivismo y el convencimiento. Vivir del turismo requiere sentirse orgulloso de lo que uno ofrece y exponerlo a todo el mundo, si no colaboramos todos y todas perderemos otra oportunidad más. Creo que no estamos precisamente para desaprovechar trenes ni poner palos a la implantación de empresas en la ciudad.
Lunes, 02 de Octubre de 2017 04:11
Una opinión de Miguel Rodero / Conseguir que los viajeros seleccionen un destino turístico no es una tarea fácil, depende de muchos factores y elementos, muchos que podemos controlar y otros ajenos a todas nuestras acciones.
Evidentemente no debemos fustigarnos por las causas alejadas de nuestro control, pero si debemos fortalecer los puntos en los cuales tenemos mucho que decir.
Conviene no olvidar que si hay un sector que vive de su imagen externa es el turismo, y es por ello si pretendemos que este pueda ser un motor de relevante peso para la comarca, el mensaje exterior debe ser positivo, alegré, ilusionante y de orgullo de una tierra que tiene todo para ser un destino de lujo.
Ojo, que nadie malinterprete mi texto, ni estoy diciendo que Béjar deba apostar únicamente por el turismo (cosa que no he odio decir a ningún político, y de lo cual me alegro), ni tampoco estoy diciendo que no se deba criticar lo que no consideremos ajustado a las necesidades, sino que estos aspectos no trasciendan con negatividad a la imagen exterior de Béjar y su comarca.
La imagen del destino es una percepción que tiene el viajero compuesta por todas aquellas creencias, ideas, sentimientos y actitudes, en definitiva, por toda la información de la que dispone sobre el mismo. Por ello si los habitantes trasmitimos negatividad al exterior estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado.
Tal vez sea un poco ególatra el ejemplo por mi condición de corito, pero en este aspecto Candelario es un ejemplo de actitud. Un municipio donde la diversidad de opiniones respecto a su modelo turístico es amplia, donde conviven ciudadanos con ideas contrapuestas que trascienden habitualmente a la política municipal (Parque Natural, ampliación estación de esquí, caza…) pero donde todos los habitantes son aduladores sin limites de las maravillas del pueblo tanto en foros, redes sociales, programas de televisión… logrando así que la proyección del municipio al exterior sea de auténtico lujo. Algo que más allá de destacar la vanidad de los candelarienses por nuestro magnifico pueblo, logra atraer no solo turistas, sino campañas publicitarias, concursos, cámaras de televisión… en definitiva todos ayudamos a generar una imagen que engrandece a la localidad como destino turístico.
Así, salvando las distancias, creo que Béjar debe mirar un poco a la sierra y copiar este modelo natural para todas las zonas que en mayor o menor medida optan a vivir del primer motor de España en la actualidad: El turismo.
Mi recomendación es clara y decidida: Si focalizamos las críticas en lo constructivo, sin pretender con ello dañar la labor que otros desempeñan. Si aprendemos a conocer lo que tenemos y así aprendemos a valorarlo. Si somos conscientes que no solo tenemos que buscar nuestro propio beneficios, sino que el esfuerzo de otros nos repercutirá también positivamente a nosotros y viceversa… será el principio para que Béjar camine un paso más para convertirse en una ciudad de referencia turística.
Tenemos que acabar con el rodillo de la crítica pública para avanzar hacia ensalzar los valores positivos de los que goza Béjar. ¿Crees que no los tiene?, simplemente no los conoces.
Estoy seguro que todos y todas atesorareis muchos más motivos con los que ayudar a potenciar la imagen de la ciudad. No os los guardéis, compartirlos!!!
Miércoles, 01 de Marzo de 2017 20:11
La provincia de Salamanca es un referente vacacional, y aunque su oferta principal está subordinada al atractivo cultural y medioambiental, poco a poco gana enteros el flujo de visitantes que nos visitan bajo la tendencia de los viajes de ocio deportivo, una opción que la ciudad de Béjar está sabiendo explotar de forma excepcional.
La apuesta institucional en esta materia es fuerte y ha logrado la unidad tanto de club y asociaciones deportivas como de municipios limítrofes, ya que nadie puede negar que el turismo deportivo es sinónimo de crecimiento y tiene una incidencia real en el tejido socioeconómico del enclave en el que se desarrolla, principalmente porque combate la estacionalidad, talón de Aquiles de la industria turística española.
A la sombra de grandes deportistas como Cubino, los hermanos Heras o Santi Blanco han crecido nuevos fenómenos como Moisés Dueñas, Ángela Nieto o Alfredo Gil, que junto a otros muchos, han servido de revulsivo para el lanzamiento de renombradas pruebas competitivas que hacen de Béjar el epicentro deportivo de la provincia.
Hablamos de pruebas ya consolidadas como la Ruta Vetona o el Open de Tenis que han animado a que se genere un auténtico calendario deportivo en el que destacan eventos tales como: Duatlon Cross, Campeonato de Castilla y León de Trail, Ultrail La Covatilla, Marcha Bedelalsa, Carrera del Pavo, Marcha de Otoño, Freestyle Ciudad de Béjar… y un sinfín de actividades que recorren la práctica totalidad de modalidades deportivas que se pueden realizar en zonas de montaña.
Evidentemente todo ello no sería posible sin el tejido asociativo que se ha coordinado desde la concejalía de deportes, la cual ha querido reflejar y premiar esta amalgama de actividades en los Premios Anuales del Deporte, un evento que hace justicia al atrevimiento tanto de asociaciones, deportistas, centros escolares y personalidades que aportan su esfuerzo para que Béjar comience a explotar el deporte no solo como práctica saludable, sino como potencial turístico y económico.
La prueba más tangible de la aportación turística que supone el deporte para la ciudad textil es la Ruta Vetona (puede inscribirse pinchando aquí) . La exigente prueba deportiva alcanzará este año su quinta edición mientras que su “hermano pequeño” el Maratón Vetón, llegara a su tercera edición y juntos atraerán a cerca de 300 deportistas de los que el 80% serán de fuera de la provincia de Salamanca. A ellos debemos sumar acompañantes y espectadores, un dato que conocen a la perfección los hosteleros que ven como el evento deportivo llena hostales, hoteles y casas rurales durante la totalidad del fin de semana.
Ahora toca consolidar en el exterior a Béjar como una referencia en la práctica deportiva, donde el espacio natural sea el marco ideal para continuar fortaleciendo la agenda de actividades deportivas hasta lograr que sean una constante todos los meses del año. Hasta lograr que Béjar sea conocida como la Ciudad del Deporte.
En este aspecto nadie puede negar que el Ayuntamiento bejarano esté caminando en la dirección correcta y sus frutos cada vez son más palpables.
Jueves, 29 de Diciembre de 2016 03:33
Una opinión de Miguel Rodero / Hacía muchos años que no acudía a la finca renacentista del Bosque, y ayer tuve la ocasión de disfrutar en una de las visitas guiadas que altruistamente organizan desde el grupo Cultural San Gil.
Llegamos al pase de las 13 horas, y a la entrada nos esperaba carpeta en mano y con dos pases ya a sus espaldas, el enérgico Pepe Muñoz, un hombre al cual hace un año conocía poco y ahora aunque le conozco menos cada día me genera más simpatía. Una simpatía que nada tiene que ver con nuestras coincidencias ideológicas (si me permite Pepe que lo llame así) sino con la energía que desprende en la defensa de los proyectos en los que cree. Una defensa que repercute positivamente en la ciudad de Béjar cuando menos enseñando un espacio de recreo renacentista, cuando más colaborando con proyectos que por cosas de la vida acaban en polvorientos cajones de oficinas municipales.
Y en este peculiar viaje en el tiempo entre pomposos apellidos, cotilleos del siglo XV e investigaciones que nos dejaban boquiabiertos, comprendí algo tan sencillo que a menudo se nos olvida, me dí cuenta del verdadero motivo que lleva al Grupo Cultural San Gil a ofrecernos conocer el palacete, las exedras (he de reconocer que nunca había oído ese término), sus paseos y fuentes, y es que solo se valora lo que se conoce, solo se conoce lo que se conserva.
Y por ello hoy realmente me siento agradecido al Grupo Cultural San Gil por su generosidad para no permitirme caer en el “paletismo” de no pensar fervientemente en apoyar la conservación de todos los valores históricos, artísticos, paisajísticos e incluso botánicos, sumado a sus posibilidades como elemento de desarrollo para la comarca, que ofrece esta finca de recreo.
Y sé que muchos no comprenderéis lo que os digo, y por ello mi único consejo es: acudir, escuchar, preguntar, analizar y después decidir. Y de paso, si sois tan desinformados como yo, os enteráis de lo que es una exedra.
Gracias al Grupo San Gil, y en este caso en especial a Pepe Muñoz, por dedicar años de sus vidas para hacerme comprender a mi en una hora la importancia del jardín histórico de “El Bosque”.
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